Prohibido desplumar pollos en la calle, pero no tirar papeles o agua al suelo

Una nueva ordenanza cívica sustituirá la que hay en vigor desde 1987 y que regula costumbres del pasado

el reglamento está vigente desde 1987.
el reglamento está vigente desde 1987.
Mari Carmen Varón
12:30 • 08 mar. 2016

Prohibiciones de actos como: “Desplumar pollos en la vía pública, gestión de las cuadras, paso de la caballería por el municipio o pelar cerdos en la calle”, nos pueden sonar al siglo pasado. El Consistorio mojonero  recibió de parte de la Jefatura de la Policía Local del municipio una Ordenanza de Convivencia Ciudadana que llevaba sin actualizarse desde la primera legislatura de la localidad (Pascual Marín Cara, 1987); este ordenamiento es el que reina en el pueblo y el que lo regula en cuestión de comportamientos cívicos. El equipo de Gobierno, “cuya prioridad es el bienestar de los vecinos”, elavará a votación en el próximo Pleno una propuesta actualizada y que reflejará  actuaciones acordes a la actualidad de la localidad. “Es una barbarie que se tenga que seguir regulando el municipio con una ordenanza que detalle este tipo de cosas”.




Papeles en el suelo
El Ayuntamiento hace referencia a que algo tan expandido en las Ordenanzas de Convivencia como la prohibición de tirar papeles y desperdicios al suelo no está reflejada en el decreto en vigor actualmente. El ordenamiento redactado por el actual gobierno, refleja, entre otros puntos, que  “papeles o desperdicios fuera de las papeleras instaladas y ensuciar de cualquier forma los recintos”, está totalmente prohibido.  Igualmente, el Consistorio mojonero, apunta que “el anterior gobierno se ha despreocupado del municipio”, y hay bastantes cosas que añadir y cambiar, ya que, por ejemplo, “no podemos sancionar a los vecinos que arrojan agua en la calle, o al que moleste porque tenga la música muy alta. Ni siquiera a los que pinten en fachadas ajenas”, explica el Ayuntamiento.




Para menores
La corporación municipal duda de si la oposición “aprobará estas ordenanzas”, pero aún así, explica que su intención es “proponer cursos y medidas de concienciación para los menores sancionados, en vez de que sus padres tengan que asumir costosas multas. Por ejemplo, si un menor pinta una fachada y restaura el daño no tendrán que  responsabilizarse de sanción económica. Si rompen plantas o árboles, deberán asistir a cursos de concienciaión medioambiental”.









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