Pescan más de 45.000 kilos de atún rojo en un día en Carboneras

En la cofradía de pescadores de Calpe (Alicante) no daban crédito. Hacía más de tres años que no veían un atún rojo por allí, y el miércoles un pesquero de Almería desembarcaba más de 5.000 kilos repartidos en 31 piezas de entre 140  y 200 kilos cada una. Ese asombroso espectáculo alicantino es sin embargo un ejercicio rutinario en Carboneras, donde ahora mismo no hay superstición que valga y desde hace tres semanas su flota descarga cada día decenas de miles de kilos del atún rojo más selecto.

La embarcación que atracó el miércoles en Calpe era de hecho el Nuevo Taconeo, con base en Carboneras, localidad que con medio centenar de barcos dispone de la flota más numerosa del Mediterráneo de cuantas faenan con licencia de palangre en superficie. “Ahora mismo hay muchísimo atún rojo y de muy buena calidad, las descargas son diarias”, explicaba ayer a este periódico Miguel Ángel Bonilla, integrante de la capitanía marítima de Carboneras.
Las capturas están siendo de hecho extraordinarias, tanto en cantidad como en calidad. “Ayer (por el jueves) se descargaron en el pueblo más de 45.000 kilos de atún rojo. Alguno de los atunes llegó a pesar 340 kilos. Para que te hagas una idea, dos de los barcos traían 10.000 kilos de atún cada uno”, detalla Bonilla mientras espera la llegada a puerto del Gabriel y María, un barco que con las capturas de ayer cubría su cuota asignada de 10.000 kilos lograda en tan solo dos días. “Y lo han hecho seleccionando los veinte últimos ejemplares y devolviendo al mar más de 50 atunes vivos que por cuota no podían echar a cubierta”, relata Bonilla.

10.000 kilos en dos días
Los pescadores del pueblo llevaban cuatro años sin salir a pescar atún y han vuelto a lo grande: el 23 de abril faenaron por primera vez, y desde etonces las capturas diarias de atún rojo han sido extraordinarias. “Este año está siendo especialmente bueno, hay muchísimo atún. Cada barco tiene una cuota diferente establecida, pero todos ellos la cubren en pocos días de faena”, explica este integrante del distrito marítimo de Carboneras.

El miércoles fue el Nuevo Taconeo descargando en Calpe, el jueves fue el García Rodríguez el que logró capturas extraordinarias (en las fotografías inferiores de la derecha, dos de los ejemplares), y ayer el turno fue para el Gabriela y María, que ha cubierto su cuota de 10.000 kilos en dos días de faena (en la imagen superior, sus marineros ayer descargando el primer atún rojo en el puerto de Carboneras).

En el pueblo son muchas las familias que han vivido y viven de la pesca. Dispone de la flota palangrera más numerosa del Mediterráneo y salvo en época de paro biológico, los pescadores centran sus capturas en el pez espada. La carne del atún rojo es más preciada y mejor pagada en las subastas, con distribuidores en la lonja con contactos empresariales en Japón, el país del mundo que más pescado consume, y que aprecia como ningún otro mercado la carne de atún rojo para consumirla en crudo (sashimi).

Sin embargo, los pescadores de palangre en superificie tienen otorgada una cuota para pescar atún rojo y solo pueden salir a faenar una vez cada cinco años.

Selección de piezas
Ese momento ha llegado en 2016, tras cuatro años volcados en el pez espada y en otras especies. Y con lo que se han encontrado ha sido un paraíso extraordinario, un caladero cuantioso como hace tiempo no veían en el Mar de Alborán. “En serio, aquí no se sorprende nadie como en Calpe porque las grandes descargas de atún rojo son diarias desde hace tres semanas. Hay mucho atún, de muy buena calidad, que hace que los pescadores tengan incluso que seleccionar las piezas para no pasarse con la cuota que tienen asignada”, relata Miguel Ángel Bonilla, que cifra en 200 kilos el peso medio de cada pieza, pero que asegura que por la lonja de Carboneras han llegado a pasar grandes ejemplares de más de 350 kilos.

Los mejores ejemplares viajan en avión a Japón
En la mayor lonja de pescado del mundo, la deTsukiji en Tokio, fue vendido durante la tradicional primera subasta del año en 2013 un atún rojo de 222 kilos por el precio récord de 155,4 millones de yenes (1,3 millones de euros). Este ejemplo nos sirve para calibrar lo que supone la carne del atún rojo en un mercado como el japonés. Un elevado porcentaje del atún que se pesca estos días en Almería, en torno al 50%, se exporta a Japón. “Son los mejores ejemplares, aquellos que se pescan sin sufrimiento para que la carne esté perfecta”, explican en la lonja de Carboneras. “Cuando sufre, el atún se queda con una tonalidad más marrón. En japón lo quieren rojo rojo, sin sufrimiento, que haya muerto con delicadeza”, describe.

Para poder ver el color y directamente conocer por él la calidad del ejemplar de atún rojo, en la lonja “se les hace un corte en la cola”. A través de ese corte se visualiza la calidad de la carne del pescado. “Piensa que los atunes que pescamos aquí y que seleccionan los japoneses, viajan allí en avión. Puedes hacerte una idea de lo que llegan a pagar por ellos...”, argumentan en la lonja de Carboneras, que comenta que “las empresas de Japón tienen aquí sus propios proveedores, los contactos que les seleccionan las piezas”.