“Me hubiera gustado ser presidente de la Diputación de Almería”

“Subsistiendo” en su pueblo “a la sombra” en el primer día de calor sofocante, Eugenio Gonzálvez (Gádor, 1959) apuesta por una reforma “inaplazable” del Senado, y reflexiona sobre la situación de su partido en la provincia.

¿Por qué deja la alcaldía de Gádor?
Todos los ciclos tienen su final. Lo llevaba madurando desde hace tiempo, incluso cuando fueron las últimas elecciones municipales ya me había planteado no presentarme. En el Ayuntamiento hay un relevo garantizado, y yo prefiero dedicarme a la labor en el Senado y actuar en la vida política de otra forma.

Una decisión personal, entonces...
Absolutamente.

Nadie se lo ha planteado dentro del PP...
No. Yo se lo comuniqué tanto al presidente provincial como al regional, y los dos me dijeron que si era mi decisión, que la respetaban.

Tampoco por incompatibilidad entre Senado y alcaldía...
En absoluto. Cuando se habló de incompatibilidades, Juanma Moreno  dijo expresamente que esas incompatibilidades, en mi caso no afectaban en absoluto.

Pero para un hombre acostumbrado a una actividad  frenética, esto es casi una jubilación... política. ¿No se le quedará corta la actividad en el Senado?
No. Yo creo que todavía tengo muchas cosas que hacer tanto en la vida personal, como en la política. Por supuesto, yo pienso seguir con la misma intensidad en la vida, y creo que puedo poner mi experiencia al servicio de todos los alcaldes y los pueblos de Almería.

Después de casi tres décadas al frente del Ayuntamiento de Gádor, ¿siente que se le ha quedado algún proyecto en el tintero?
No me cabe duda. Hay una asignatura pendiente: la eliminación de los dos pasos a nivel existentes en el pueblo. Se que técnicamente es muy complicado de hacer, pero creo que es la obra que siempre he soñado que podría hacer y que me voy sin hacerla.

Ahora que estará en Madrid tal vez pueda hacer algo para solucionarlo...
Ya en la anterior legislatura era miembro de la comisión de Fomento del Senado, y la verdad es que me metí en ella para estar cerca de los problemas que afectan a las infraestructuras de Almería.

¿Cuáles han sido sus mejores momentos al frente de la alcaldía?
En lo personal, el día que recibí de manos del Rey el Premio Nacional del Deporte en el Palacio del Pardo. Aquello fue algo emocionalmente increíble que jamás olvidaré. Luego, dos obras que eran dos sueños para todos los gadorenses: el puente sobre el río Andarax, que todos lo veíamos como algo inalcanzable, y la fábrica de zumos. Nuestros agricultores estaban cansados de estar todos los años a merced de que los murcianos o los valencianos compraran las naranjas al precio que estimaran oportuno. El día que pusimos en marcha la fábrica de cítricos que todo el mundo soñaba, fue impresionante.

También ha pasado por momentos difíciles. ¿Cuál ha sido el peor?
Cuando el tren arrolló a la ambulancia y murieron siete personas en el paso a nivel de la Cuesta del Rayo. Ver morir a vecinos de otros pueblos cercanos fue un trago muy duro. Luego, también, algo que trato de olvidar: la persecución política que he sufrido por parte de la oposición cuando me pusieron la querella en el Tribunal Supremo de la que luego salí absuelto. 

Tocó la presidencia de la Diputación de Almería con los dedos...
En aquellos momentos me ilusionaba mucho, tenía muchísimas ganas, y me hubiera gustado ser presidente de la Diputación. Era un puesto desde el que podría haber hecho muchas cosas por los pueblos de Almería, desde mi experiencia como alcalde de Gádor. Pero eso pasó, y la Diputación está ahora en las mejores manos posibles.

Ya no se lo plantea...
Ya no me lo puedo plantear porque para ser presidente de la Diputación hay que ser concejal o alcalde, y yo he renunciado a ambas cosas. Yo me planteo ser senador y estar en el puesto que mi partido me diga, como si me dice que me tengo que ir a mi casa: me iré con humildad.

Hay quienes apuestan por suprimir el senado. ¿Qué opina?
Yo creo que el Senado debe ser reinventado. En su discurso de investidura, oigo siempre a los presidentes decir que van a reformar el senado, pero nunca lo hacen. Yo creo que la reforma del Senado es necesaria e inaplazable. Tiene que dejar de ser una Cámara de segunda lectura, y debe de convertirse en la Cámara de representación territorial. Eso la llenaría de contenido y sería muy bueno para las autonomías y para España.

¿Se quedará a vivir en Madrid?
No, no... gracias a Dios yo estoy en Gádor y viviré en Gádor. Este pueblo es mi pasión. Estaré en Madrid trabajando en el Senado pero durmiendo en Gádor, porque es mi casa, mi pueblo, donde tengo a mi familia, mis orígenes y donde pienso estar siempre.

Su partido acaba de obtener unos grandes resultados electorales. ¿Queda aplazado el debate sucesorio al frente del PP provincial?
Yo pienso que el Partido Popular está ahora mismo en las mejores manos. Y lo está porque el PP ha entendido a Almería y a los almerienses. Queremos y sentimos a Almería, mientras que otros, como la Junta de Andalucía, nos tiene marginados. Creo que los almerieses nos premian en las urnas porque nos identifican.

Los resultados le han dado oxígeno a Gabriel Amat...
Gabriel es un hombre incombustible, excepcional. Nos escucha a todos y tiene algo fundamental: el respeto del partido en nuestra provincia. Gabriel será presidente hasta que él quiera, porque los resultados lo avalan y su trayectoria personal también.

No toca entonces hablar de un posible relevo...
Eso lo tiene que decidir él, y yo siempre lo respetaré al máximo.

Pero hay cantera y parece buscar un hueco en la delantera del equipo...
Mire usted, el PP tiene en Almería un cuadro de dirigentes increíble. Tenemos al portavoz del Gobierno y a la portavoz del Parlamento andaluz que son almerienses. Tenemos un alcalde en la ciudad que es joven, y que en poco tiempo está demostrando una magnífica gestión y una gran proyección de futuro. Los concejales que lo acompañan son gente extraordinaria. ¿Y qué decirle de la Diputación? Desde el vicepresidente a todos los diputados jóvenes... El PP tiene un plantel donde cualquiera puede ocupar el cargo de responsabilidad que se le pida. El alcalde de El Ejido, el de Olula, la de Mojácar, la propia Lourdes Ramos... Al PP de Almería lo que le sobran son dirigentes capaces, cosa que no ocurre en otros partidos.

Ya, ¿y usted no tiene un favorito?
Todos son maravillosos (Risas).