Fue el pasado miércoles, volábamos entre nubes y claros a 37.000 pies de altura, unos 11 kilómetros sobre tierra firme. Me acerqué a los senadores almerienses por el Partido Popular Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, María Isabel Sánchez, Eugenio González y Rosario Soto. El azar había jugado su papel. Tocaba ejercer el mío. Comencé mal o, dicho de otro modo, peor imposible. Es como cuando visitas en el hospital a una persona recién operada pongamos de vesícula. Tal vez, llevados por la más elemental regla de cortesía/educación, preguntamos: ¿cómo estás? Naturalmente, el sufriente, en réplica cortés, ofrece la afirmación de encontrarse maravillosamente bien, aunque su aspecto es la pura evidencia del adolorido, lastimoso, convaleciente. Como no puede ser de otra manera.
Bien, a lo mío. Una vez acordado el intento de evitar hablar de política, algo indisociable a la condición de los compañeros de viaje, así, para abrir boca, voy y les pregunto por el estado de ánimo político. Si es que…, no aprenderé. “Hemos pasado un tiempo francamente difícil, pero nosotros miramos hacia delante. Creemos que el futuro está aún por escribir y tenemos tiempo de reaccionar y pasar a la acción, y eso es lo que vamos a hacer”. La azafata y el azafato, es decir, auxiliares de vuelo, empujan un carrito, preguntan si deseamos algo, no, gracias. En estas, suelto: ¿todo esto no ha sido un despropósito? “Es una cosa inimaginable porque no es normal que quien perdió dos veces las elecciones y obteniendo para su partido los peores resultados de la historia, lo veamos ahora de presidente de Gobierno. El partido socialista se negó a darnos su apoyo y ahora que tenemos una situación de estabilidad en España, con unos Presupuestos aprobados que solucionaban el problema de la gente, que subía generosamente las pensiones de nuestros mayores, que había arreglado un problema histórico como era la equiparación salarial de Policía y Guardia Civil, que para Almería había un gran compromiso de futuro con las grandes infraestructuras de nuestra tierra, pues de la noche a la mañana todos aquellos que nos habían dado su apoyo nos vuelven la espalda por intereses, quizá, bastantes mezquinos y que el PP, que se ha despedido con las mejores cifras de empleo de los últimos tiempos, sea el Partido que ahora está en la oposición”.
A la par que por megafonía el comandante de la nave anuncia buen tiempo en Almería, saco a colación la vertiente humana escasamente reconocida de los políticos que, incluso lloran. Si me hacen la caridad, ¿qué diferencia hay entre las lágrimas de Pablo Iglesias y las de Mariano Rajoy? “Cada uno llora por algún motivo y no todos son iguales. Pero, efectivamente, nosotros somos seres humanos antes que políticos, no venimos de la estratosfera (en ese momento ignorábamos que el astronauta Pedro Duque había sido nombrado ministro de Ciencia, Innovación y Universidad), somos gente normal y de la sociedad a la que servimos, por lo cual nos afectan las cosas exactamente igual. Creemos que llorar es algo absolutamente normal en personas que tenemos sentimientos y que en un momento determinado de la vida pasa por una situación difícil como la ha pasado Mariano Rajoy”.
Desde la ventanilla, algunas zonas de Almería asemejan grandes manchas de plástico rodeadas de desierto. Uno se pregunta, vaya usted a saber por qué, quizá al divisar puntitos blancos en áreas desérticas, cómo concilia el político su labor con la faceta familiar, ¿esto es vida? “Ya estamos acostumbrados. Estamos en Madrid con la cabeza puesta en Almería, intentamos encontrar aquí (Madrid) soluciones a los problemas almerienses, por ejemplo, con cierta pena veíamos ayer al Consejero de Agricultura criticando la PAC y de golpe y porrazo, algo que era tan fundamental para el PSOE, llegan al pleno del Senado y retiran la moción de la PAC y ya no hay que debatirla. Nosotros somos unos fieles servidores de la provincia, por eso tenemos que ser los mejores embajadores en Madrid e intentar estar cerca de los almerienses que vienen a la capital de España a solucionar sus problemas”.
Dicen algunos conocedores de la cosa que hay vida fuera de la política. Bien. Sin embargo, mientras están en lo suyo, en la política, ¿cómo se divierten? “Las sesiones no acaban a una hora concreta, se pueden alargar hasta la madrugada, por lo tanto, es difícil hacer algún plan como ir al cine o algo así. Sí podemos afirmar que nuestras familias son las grandes perjudicadas de nuestra vida política, sobre todo los que llevamos muchos años en ella no hemos podido asistir a fiestas de fin de curso de nuestros hijos, por poner un caso. Pero agradecemos siempre a nuestras familias que aguanten este tipo de vida”. Claro, a uno le asalta la interrogante, porque ¿qué los llevó a la política? “Cada uno tiene su propia convicción, escuchas en casa hablar de política, ascendencias de familiares dedicados a la política. El resultado es que las inquietudes de la sociedad en la que vives se transforman en vocación si lo sientes como un ejercicio de mejorar la vida de los demás, de tus conciudadanos, de tus compatriotas, a los que al final sirves, bien desde las Alcaldías, los Parlamentos, el Congreso o el Senado”.
De nuevo se oye la voz del comandante de la aeronave. En esta ocasión indica que se están efectuando las maniobras de acercamiento al aeropuerto de Almería. Queda nada y menos para el aterrizaje. ¿Desde Almería qué se puede hacer para levantar el ánimo caído del PP? “Nosotros somos unos colaboradores más de una situación que tenemos que solventar y que es difícil, pero que no significa el hundimiento de un Partido que tiene ochocientos mil militantes en España, es el primer Partido. Hemos tenido situaciones difíciles, hemos salido de ellas y de esta también vamos a salir. Estamos convencidos de que sabremos superar esta dificultad en el camino y volver a conectar con la inmensa mayoría de los españoles. Que la gente no pierda la fe en la política ni en los políticos, que sigan confiando en nosotros en estos tiempos difíciles. Hemos tenido un gran presidente de Gobierno, ha dejado los cimientos de un gran Partido Popular y seguiremos siendo muy útiles a España. Somos el Partido de la gente”. Señal luminosa de cinturones abrochados. La azafata me pide por favor que vuelva a mi asiento, yo le pido el favor de una foto con el móvil. Gracias.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/3/provincia/153371/cuatro-senadores-y-un-pregunton-en-las-alturas
Temas relacionados
-
Aeropuerto de Almería
-
PP
-
Infraestructuras
-
Fiestas
-
PSOE
-
Elecciones
-
Política
-
Pensiones
-
Ciencia
-
Pablo Iglesias
-
El tiempo
-
PAC