Roquetas de Mar

La Junta debe unos 4 millones de la variante de Roquetas

Queda por liquidar algo menos del 10% de la obra, debido a trámites administrativos pendientes

Uno de los tramos de la variante, durante las pruebas de firme ates de su inauguración.
Uno de los tramos de la variante, durante las pruebas de firme ates de su inauguración. Archivo La Voz
Eva de la Torre
07:00 • 01 sept. 2018

La variante de Roquetas de Mar se abrió al tráfico el pasado noviembre. La autovía estaba terminada, pero no toda entró en servicio: el ramal de El Solanillo no lo hizo entonces y aún sigue así.




El Ayuntamiento roquetero denunciaba este jueves la situación y señalaba la deuda que la Junta tenía con la empresa constructora como el motivo por el que ese acceso de la variante sigue cerrado, aunque desde la Junta de Andalucía aseguraban ayer a este periódico que “no es una cuestión de deuda con la empresa constructora. La Junta ha abonado el coste de la infraestructura”.




Sin embargo, a pesar de esta afirmación, Fomento reconoce que por cuestiones administrativas no se ha recepcionado toda la obra: “Lo que falta por abonar a la empresa es la liquidación que se hace al recepcionar la obra. Es una cantidad inferior al 10% del total”. Es decir, si el coste de la variante fue de 43 millones de euros, la cantidad que queda por abonar ronda los 4 millones. Según explica, “Fomento trabaja para completar unos trámites administrativos necesarios e imprescindibles para poder recepcionar la obra, unos trámites que se han visto afectados, como ha ocurrido con otros proyectos y a otras administraciones, por la entrada en vigor de la nueva ley de contratos públicos”.




No hay fecha para que estos trámites se culminen, pero la administración autonómica asegura que “esperamos completar cuanto antes este procedimiento y abrir el ramal de El Solanillo como hicimos con el resto de la variante de Roquetas tras una inversión de 43 millones de euros”.




El acceso a el solanillo se finalizó a la vez que el resto de la variante pero, desde el día de inauguración en noviembre de 2017, se encuentra cerrado con pivotes que evitan la entrada de los vehículos, “obligando a quienes se dirijan a El Solanillo a circular por caminos rurales para poder acceder a este núcleo roquetero”, denunciaba el Consistorio de Roquetas.






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