Los trabajos de limpieza y desbroce que se están llevando a cabo en el cerro del Espíritu Santo de Vera han sacado a la luz la primera sorpresa: un lienzo de muralla que permanecía tapado, en su mayor parte, por la maleza, bajo la torre norte. Estas actuaciones forman parte del proyecto de consolidación de los restos arqueológicos del cerro donde se ubicaba la ciudad medieval de Bayra, con motivo de la conmemoración del V Centenario del terremoto que destruyó la ciudad.
El lienzo de muralla localizado está ubicado a una distancia de 5,45 metros del muro este de la torre norte, en una cota inferior de 4 metros y su recorrido se extiende casi en paralelo al muro de la torre. La muralla presenta un trazado recto de aproximadamente diez metros de longitud que se encuentra dividido en dos tramos, al haber sido arrastrada la zona central por la existencia de una barranquera.
El tramo sur de la muralla presenta unas medidas de 2,80 metros de longitud, 1,20 metros de grosor y una altura de 1,60 metros, en tanto que el tramo norte alcanza los 6,90 metros de longitud por 1 metro de altura, y una anchura que no se puede confirmar al estar visible únicamente la cara exterior del muro, aunque según la hipótesis de los expertos, debe ser similar a la del tramo sur.
Posiblemente del s.XI
Desde el punto de vista formal, la estructura responde a un lienzo muralla, con cara exterior realizada en ‘mampostería de fajas separadas por ripios’ (piedras de menor entidad incrustadas de canto en la junta para calzar las piedras irregulares y dotar de mayor estabilidad al muro). El interior está relleno de cantos de mediano tamaño, reforzados con mortero de cal en la zona basal, mientras que la continuidad del relleno superior incorpora piedras pequeñas y medianas realizado con tapial.
Recuperar restos “con el máximo respeto”
Los trabajos que se realizan en el cerro servirán para recuperar la integridad física del material de los diferentes elementos arqueológicos, mediante la fijación y consolidación de los materiales que componen la obra, así como para recuperar su unidad potencial y calidad estética, siempre “mostrando el máximo respeto por el original”. Estos restos —murallas, cimentación de edificios— se encuentran diseminados por la ladera del cerro del Espíritu Santo y en malas condiciones de conservación, con gran peligro de que algunos de ellos se pierdan en su totalidad. La primera fase tiene un coste de 197.845 euros y un plazo de ejecución de 5 meses. No obstante, existe un plan a 10 años para cambiar todo el entorno.
Al estar los trabajos centrados exclusivamente en fase de limpieza de las áreas señaladas para la intervención de consolidación, por el momento se carecen de datos relativos al contexto arqueológico de la estructura. Sin embargo, los arqueólogos señalan que “hemos tenido la oportunidad de documentar este sistema constructivo en algunos lienzos de las antiguas murallas del ámbito urbano de la ciudad de Almería, con una fecha que perfectamente nos podría estar situando en el siglo XI”.
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