Fiebre de venta de fincas rústicas e invernaderos en el campo de Níjar

La merma de rentabilidad agraria de los últimos años ha desatado una fiebre de ventas de bienes rústicos en la zona del campo de Níjar. Decenas de fincas agrarias, invernaderos, instalaciones de riego, derechos de agua y almacenes: todo está en venta hasta sumar más de cien propiedades a poco que se consulten unas cuantas páginas de transacciones inmobiliariarias en la web.

Así lo evidencia Carlos Mínguez, tasador inmobiliario, que explica que “los propietarios de fincas rústicas ven que se aleja cada vez más el boom de las recalificaciones y los grandes proyectos urbanísticos y prefieren poner sus propiedades en el mercado”. Bienesonline o jerezinmobiliaria son algunos de los portales especializados donde medran las ofertas de suelo rústico: una finca de 60 hectáreas (10 planas y 50 montañosas) se ofrece a un euro el metro negociable incluso a cambio de otros bienes sean apartamentos, pisos o locales; otros propietarios ofrecen fincas invernadas en Atochares con maquinaria de riego, balsa, almacén, con agua de Sociedad Agraria de Transformación y de Carboneras; finca en el paraje La Pared, en Pueblo Blanco a 6 euros el metro procedente de embargo bancario.

También aparecen anuncios de invernaderos plano en Campohermoso, Barranquete, Pozo Usero, Los Pipaces, esta último con almacenes, cámaras frigoríficas, zona de carga y descarga y viviendas para trabajadores. Se ofrecen también casetas de riego, pozos propios u horas de agua del pozo de San Ginés; están en venta invernaderos de dos o tres hectáreas de ‘raspa y amaga0’ en Pueblo Blanco y El Cautivo, Balsa Blanca y paraje La peseta. El derecho a cinco horas de agua del ‘Pozo del Paraíso’ se ofrecen a 7.500 euros. Esta espiral de ventas se explica, sobre todo por las bajas expectativas urbanísticas y los precios rústicos que ya no recogen esas expectativas que si contabilizaban antes en las transacciones.

Para Antonio López, presidente de la Comunidad de Regantes de Níjar, “la razón hay que buscarla también en la baja rentabilidad de las explotaciones agrarias que hace que no se puedan pagar al banco los préstamos”. Añade López que “las entidades están llegando también a ejecutar embargos de fincas agrarias ”. El campo de Níjar tiene por primera vez en su historia agua suficiente para regar miles de hectáreas que ocupan. Sin embargo, el precio tan bajo de producto no justifica el pago del precio de