El santuario de Monteagud abre tras siete años de obras y un cambio total

El obispo de Almería, Adolfo González, ha consagrado este jueves el altar y bendecido el Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza de Monteagud en Benizalón, con la reposición al culto de la imagen de la Virgen, tras las obras de este templo, cuya primera piedra puso el obispo en septiembre de 2013.

Unas obras llevadas a cabo por la Diócesis y la Diputación y que han contado con la colaboración del Ayuntamiento de Benizalón, empresas -Cosentino y Cuéllar-, fundaciones y asociaciaciones y peregrinos que visitan el Santuario, entre otros colectivos.

Los trabajos han consistido en la remodelación integral del templo para dar más cabida a peregrinos y visitantes y dotarlo de mayor valor artístico. Junto a los actos religiosos que se ofician en el Santuario, a principios del mes de septiembre el templo acoge una de las romerías más multitudinarias de la provincia.

El diputado provincial, Fernando Giménez, ha destacado el impulso que esta actuación supone para “las tradiciones y el potencial turístico de la zona debido a sus multitudinarias peregrinaciones. Queremos que los visitante que vengan a la provincia conozcan muy bien el interior y en este Santuario y su entorno se aprecia la diversidad de la provincia con unas vistas que, en 360 grados, nos permiten disfrutar del desierto, la sierra y el mar”.

El alcalde de Benizalón, Emilio Cid, ha reconocido que “hace siete años, cuando se puso la primera piedra, no creíamos que tan pronto se fuese a realizar una obra de esta envergadura. Es un lugar de peregrinación y también para el turismo por las espectaculares vistas que hay”.

El templo cuenta con más de 400 metros cuadrados de superficie, una cúpula junto a la torre campanario, encima del camarín de la Virgen, coro para 100 personas y una cripta columbario. Tiene tres grandes puertas y será totalmente accesible, incluido el camarín de la Virgen. La inversión de Diputación y Obispado es de 120.000 euros.

Situado a 1.340 metros de altitud, ofrece una panorámica de la provincia desde la que se divisa el Desierto de Tabernas, la Sierra de Filabres y la de Alhamilla y, al fondo en los días despejados, el mar Mediterráneo.