Padules

Padules cumple un siglo rezando una tragedia que nunca ocurrió

Llegó primero la noticia del hundimiento y se dio por muertos a los viajeros, que vivieron

El Valbanera, el barco que ocasionó la \'tragedia\' de Padules.
El Valbanera, el barco que ocasionó la \'tragedia\' de Padules. La Voz
Antonio Fernández
07:00 • 01 sept. 2019

Corría el mes de agosto del año 1919, un tiempo en el que el hambre y la miseria se enseñoreaban de muchos almerienses, cuando el un grupo de vecinos de Padules, la mayoría de ellos jóvenes, entre ellos algunos padres de familia desesperados por no poder alimentar a su progenie, sacaron pasaje en uno de los barcos de la emigración.



Ha pasado un siglo y sin embargo Padules sigue recordando aquel momento de su historia, las familias siguen rezando a la Sagrada Familia que compraron, por una tragedia que, sin embargo, nunca sucedió. Porque el barco en cuestión, el Vapor Valbanera, se hundió en la noche del 9 de septiembre en el trayecto entre La Habana y La Florida; ninguno de sus ocupantes sobrevivió porque, en aquellos tiempos, casi nadie sabía nadar.



El milagro



Conocido el hundimiento, las madres, las esposas, el pueblo entero inició las oraciones por la desaparición de veinte de sus vecinos más queridos. Sin embargo aquella tragedia pasó de largo porque, casi dos meses después, los emigrantes dieron señales de vida.



El ‘milagro’ por el que rezaban en el pueblo había ocurrido: de los veinte hombres que partieron rumbo a América 19 no llegaron a tiempo de coger el barco que había de transportarlos al nuevo mundo. Nunca llegaron a embarcar, de hecho, porque no tramitaron a tiempo los documentos necesarios o porque el transporte en aquellos tiempos no era lo fiable que puede ser en la actualidad.



Sólo un par de jóvenes, de apenas 18 años, llegaron a tiempo e hicieron el trayecto, pero con la fortuna de que en Cuba residía un padulense que buscaba trabajo a los que llegaban procedentes de su pueblo; así que ambos bajaron en Santiago de Cuba, como relata una familiar, María Barea, y eso les salvó la vida puesto que poco después el buque naufragó, cuando se dirigía a La Habana, y se llevó por delante la vida de casi 500 personas que viajaban en él.



Sagrada Familia



Así que las oraciones que se iniciaron en memoria de los que habrían muerto en el naufragio se tornaron en otras destinadas a dar las gracias a Dios porque un afortunado suceso como la pérdida del vapor había sido como un milagro gracias al cual salvaron la vida dos docenes de padulenses.


Centenario 

Justo ahora se cumplen cien años de aquellos hechos, cien años en los que las familias han estado realizando sus oraciones, llevando de cada en casa, por turnos rigurosos, la imagen de la Sagrada Familia que compraron para rezar a sus muertos, y luego para celebrar que estaban vivos.


El centenario es visible en una exposición que puede verse en el Ayuntamiento de Padules donde se muestran fotos, enseres e imágenes como la  ‘Fuentecica de las cubanas’, donde se reunían las familias implicadas en aquel caso -buena parte de todas las del pueblo- para recordar el insólito suceso.


En torno a esta historia se crearon rezos y dichos, como aquel de “causa horror y espanto, viendo que el Valbanera no llega ni por encanto”, o la repetida oración “ojos verás que no te verán, manos verás que no te tocarán, pies verás que no te alcanzarán”.


Y así ha pasado un siglo, tiempo en que la tragedia del Valbanera se ha ido atenuando porque los más jóvenes han ido olvidando el caso que vivieron sus mayores.


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