Los 7 pueblos almerienses en los que perderte este invierno

Tras la llegada de enero y del frío a la provincia, no hay nada como fijarnos el objetivo de descubrir algunos de los pueblos almerienses durante los fines de semana de este invierno. Si bien es cierto que cualquier municipio de la provincia es un buen destino para perdernos, a algunos de ellos les envuelve una magia y encanto especial durante esta época del año. 

Algunos destacan por su indescriptible naturaleza, por su excelente y tradicional gastronomía, por la relevancia de sus monumentos o, sencillamente, porque reúnen las características necesarias para considerarlos un lugar ideal para escaparnos durante los próximos meses. 

1. Serón

Situado en la ladera norte de la Sierra de los Filabres, Serón atesora una riqueza natural única. Este pueblo es el destino ideal para todos aquellos que quieran descubrir la belleza de la naturaleza y de la historia, como es el caso de la Vía Verde del Hierro, un antiguo trazado en desuso del ferrocarril Guadix-Almendricos que data de 1894 y que hoy es un sendero que todo almeriense debería conocer y admirar.

Otro de los imprescindibles  de este pueblo es la visita a Las Menas, un antiguo poblado minero en el que se extrajo hierro desde finales del siglo XVIII hasta final de los años 60. Actualmente, se pueden observar algunas edificaciones que se encuentran tal y como se quedaron cuando cesó la actividad en las minas.

2. Fondón

Si se habla de Fondón hay que destacar su inigualable paz. Es de esos lugares en los que se respira un aire diferente, en los que parece que la vida transcurre algo más despacio y en los que la gastronomía hace retroceder algunos años, resultando lo más parecida a la que disfrutabas los fines de semena en casa de los abuelos.

En las imágenes panorámicas del municipio sobresale uno de sus mayores tesoros: la iglesia de San Andrés, declarada en 2019 Bien de Interés Cultural. La iglesia de estilo mudéjar se encuentra situada en la zona central del núcleo urbano, muy cerca de la fuente que mandó a construir Carlos IV durante su reinado y uno de los lugares con más encanto del municipio almeriense.

3. Laroya

Es probable que sea el nombre más desconocido de esta selección de pueblos de la provincia, pero descubrir Laroya es una asignatura obligatoria para alguno de los fines de semana de este invierno. Sus calles estrechas, blancas y empedradas harán que quieras recorrerlas una y otra vez.

Si bien es cierto que no cuenta con demasiados monumentos, es muy interesante visitar la iglesia parroquial del municipio y conocer las dificultades de su construcción por alguno de los pocos vecinos que habitan aún en el municipio. 

4. Las Negras

Si bien lo que más apetece en estos meses son pueblos del interior en los que el frío sea el gran protagonista, son muchos los que prefieren las temperaturas más cálidas  para disfrutar este invierno. Las Negras es ese lugar bohemio y romántico perfecto para ello.

El ruido de las olas es el sonido favorito de los que visitan esta localidad de pescadores que cuenta con los paisajes volcánicos más bellos y se sientan a disfrutar de la gastronomía en la terraza de  ‘La Bodeguiya’, un lugar único enclavado en el espectacular paisaje que configura la playa de Las Negras y que fue elegido en el 2019 por los madrileños como uno de los mejores chiringuitos de España. ¿Te lo vas a perder? 

5. María

En ocasiones lo más sencillo es lo más encantador y esto puede ser lo que ocurre con María. Es el municipio situado más al norte de la provincia, en la comarca de los Vélez, y limita con la provincia de Granada y con Murcia, lo que hace que se parezca más a otros municipios de estas provincias que a los de Almería. 

María invita a pasear por sus calles estrechas y a descubrir algunos espacios como el Mirador del Cerrico, desde donde se pueden apreciar las mejores vistas del pueblo y de la sierra.

6. Abrucena

Uno de los municipios más recomendados para visitar en familia este invierno es Abrucena. Si hubiese que destacar dos cosas de este pueblo almeriense es su exquisita gastronomía y la belleza natural de sus alrededores, como su gran variedad de barrancos. No hay que olvidar que esta zona está incluida dentro de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía. 

Algo alejado del núcleo urbano se encuentra uno de los lugares más importantes de Abrucena y el que no debes dejar de visitar: El Castillejo. Se trata de un asentamiento de origen prehistórico donde han aparecido restos neolíticos. Entre estos, un aljibe romano.

7. Bacares

El último municipio propuesto está situado a 1.200 metros de altura. Bacares es el pueblo más alto de la Sierra de los Filabres,  uno de los que alberga más encanto y uno de los más acogedores. Además, es popularmente conocido  en los alrededores como ‘la perla de los Filabres’.

Por sus calles no suele haber grandes aglomeraciones salvo el primer fin de semana de febrero, fecha en la que se celebra la fiesta del Día del Romero. Se trata de una de las celebraciones más entrañables de la provincia, en la que los bacareños que emigraron a Cataluña en busca de trabajo y formaron allí su familia, vuelven para ser recibidos por sus paisanos. Sin duda, hay que vivirlo algún año.