La asociación ELEOS pide que no se cace a los jabalíes y propone alternativas

La pasada semana se oyeron disparos en el campo mojaquero y al día siguiente apareció un jabalí (una hembra, según parece) muerto al final de un reguero de sangre, a pocos metros del camino que parte desde la gasolinera y corre paralelo a la Sierra Cabrera. Según los vecinos que oyeron los tiros, estos fueron efectuados desde un coche que se dio a la fuga al aparecer ellos en el lugar.

La Asociación Animalista ELEOS, una de las más activas en esta zona del Levante Almeriense, ha condenado el incidente, poniendo de manifiesto la existencia de métodos alternativos para controlar la población de jabalíes, que en las últimas semanas y meses han provocado bastantes destrozos en parques y jardines privados del municipio.

Según María Presa, la presidenta de esta asociación que ha destacado en los últimos meses por su éxito en el control de la población de gatos en municipios como Vera, existen muchos métodos alternativos que no implican la muerte del animal y cuya eficacia ha sido de sobra demostrada en otras comunidades autónomas, como la vacuna anticonceptiva y la creación de cebaderos a las afueras de las poblaciones.

Se trata de métodos que ya han demostrado su efectividad en Baleares y Cataluña, concretamente en el Vallès Occidental, donde en 2018 se constató que la vacuna anticonceptiva había hecho disminuir la población de jabalíes en 400 ejemplares en un año gracias a un proyecto impulsado por los Colegios de Abogados de Cataluña y de Baleares con la colaboración de la Facultad de Veterinaria de la UAB y el apoyo de la Diputación de Barcelona.

"No requieren matar a ningún ser vivo, ni dejar a unas crías sin su madre", apunta la animalista, haciéndose eco de las informaciones de los vecinos, que aseguran que vieron a los rayones rondando alrededor de su madre muerta el pasado jueves.

Lo cierto es que, más allá de las implicaciones éticas que para muchas personas puedan tener, este tipo de actos pueden suponer un problema de salud pública. El cadáver del animal fue retirado finalmente pero estuvo el suficiente tiempo tendido en el campo como para que algún vecino llegase, lo abriese y cortase algunas piezas de carne, presumiblemente para comerla.

Cabe recordar que estamos hablando de animales que pueden transmitir múltiples enfermedades tanto a humanos como a animales domésticos y el ganado. Para su consumo, cuando la caza se hace de forma legal, es obligatorio el paso de la pieza por un veterinario.

Tanto el Ayuntamiento como la Asociación coinciden en que el problema de los jabalíes en Mojácar viene de lejos, sitiando su origen en el hábito de muchos vecinos que habitan en zonas rurales de alimentar a los mamíferos, lo que habría provocado que pierdan el miedo a los seres humanos.

"La gente les empezó a dar de comer por hacer la gracia y cuando ya han empezado a ser más, entonces empezamos a quejarnos", denuncia Presa, que asegura que los jabalíes "están casi amaestrados" ya que se dejan tocar y en muchas ocasiones se acercan a los seres humanos, como esperando a que se les dé de comer.

No obstante, en la zona de 'El Cruce', a la que los animales se han hecho asiduos, los jabalíes ya no esperan a que nadie los alimente, sino que encuentran su sustento devorando los frutos, bulbos y pequeños animales que pueden encontrar en jardines y parques, además de devorar engullir también comida de mascotas y lo que encuentran en las basuras de las casas.

"Tristemente volvemos a comprobar que ni sabemos convivir con la naturaleza ni nos molestamos en buscar soluciones éticas y eficaces a los problemas. Lo solucionamos todo matando", se queja la presidenta de la asociación.