Un largo viaje atrás en el tiempo deberíamos hacer si queremos trasladarnos a aquellos días en los que en una pequeña localidad situada al norte de Almería y lindando con tierras murcianas, llamada Vélez-Rubio, los hermanos Soriano trabajaban juntos en la carpintería herencia de su padre Antonio «El Rojo». Antonio, Gabriel, José y Pascual eran aquellos jóvenes que día a día intentaban dar lo mejor de sí mismos en el desempeño de su profesión, acompañados también en esta misión por sus primos Silvestre y Pedro Egea.
Esfuerzo y creatividad siempre iban de la mano con la intención de hacer progresar su pequeña empresa y no cabe duda de que efectivamente lo lograron. Perseverancia, ilusión y ganas de trabajar allí nunca faltaron por lo que era de esperar que con la unión de estos factores muy difícil habría sido no conseguir el resultado esperado.
De antaño
Con el paso de los meses y los años esta prosperidad se hacía cada vez más palpable, pero merece y mucho la pena destacar que ésta nunca habría sido posible sin la inestimable ayuda de sus grandes amigos y compañeros de oficio que por desgracia hoy día ya no están con nosotros. Nombres como los de Juan Larrosa, Francisco y Marcos Castillo, Manuel López Rojo o Miguel Maturana nos trasladan inequívocamente a aquellos ya lejanos años en los que este grupo de personas no sólo trabajaban juntos, si no que compartían experiencias y alegrías personales de igual manera.
Asimismo, retrocediendo de nuevo a aquella primera pequeña carpintería, cabe reseñar que además de la fabricación de todo tipo de mobiliario y utensilios para el hogar, también se crearon infinidad de juguetes de madera, como camiones, muñecos, recogedores, remolques, triciclos o cualquier otro objeto imaginable que fuese posible fabricar y con el que los niños pudieran jugar; aunque acerca de estos últimos artículos debemos mencionar que tristemente, con el pasar de los años, la producción de los mismos se fue paralizando quedando así atrás en el tiempo y en el olvido. A día de hoy aún se conservan por suerte algunas de aquellas piezas que tanto significado tuvieron en aquellos lejanos años en los que un sencillo juguete de madera suponía una gran alegría para un niño de la época.
En la actualidad
Expo Centro Soriano en la actualidad o como antiguo nombre comercial Bazar Soriano, hace referencia a la historia más reciente de la empresa familiar que existe detrás de Tiendas Soriano, forma que han elegido para nombrar a la web. Los tiempos han cambiado, sí, pero la forma de entender el comercio y el trato con sus clientes, no. Siguen intentando ofrecer un producto que merezca la pena por el coste a pagar, buscan conseguir el mayor equilibrio posible entre calidad y precio en la variada selección de artículos que van desde todo lo necesario para el hogar, la decoración, el ocio o la infancia. En definitiva, la esencia de Bazar Soriano, sigue hasta nuestros días con las nuevas generaciones que ahora continúan con este proyecto.
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