La venta de Lotería de Navidad no iguala, todavía, los datos de 2019

Participar cada año en el sorteo de Navidad se ha convertido sin lugar a dudas en una de las tradiciones más añejas y con más sabor de la última parte del año. Son muchas las familias, amigos o compañeros de trabajo que durante estos días, cuando ya ha finalizado la fiesta de los Santos, comienzan a planificar la previa de las fiestas navideñas. Y como una compra más de las muchas que se harán, no podía faltar la adquisición de, cómo mínimo, un décimo para compartir el próximo 22 de diciembre.

Uno de los muchos sonidos de la Navidad es, sin lugar a dudas, el cántico de los niños de San Ildefonso. Algo que percibimos con mayor tranquilidad, porque desde que se ha materializado la mejoría sanitaria en nuestro país, vinculada principalmente a la inoculación de vacunas contra la covid, nos permite desarrollar la vida con cierta normalidad. Y ello ha sido la principal causa de los muchos viajes y gastos que se han producido a lo largo de estos meses. Dos aspectos, la economía y el turismo, que son claves para que la mejora también sea percibida por los loteros de Almería y su provincia.

Contextualizado en los primeros días de noviembre, los vendedores de lotería de la capital comparten la premisa de que “se nota que hay un poco más de movimiento y mayor alegría económica”, no obstante también reconocen que “ha habido un descenso en comparación con años anteriores”. La pandemia ha hecho mella en muchos sectores que todavía se encuentran en proceso de recuperación. Algo que radica en la priorización de gastos que han puesto en marcha, principalmente, aquellas personas asiduas a participar en este juego azaroso, primando lo necesario a lo superfluo.

Aún así, las costumbres pueden con todo y también hay muchas administraciones, sobre todo localizadas en zonas turísticas, como Roquetas de Mar o Vera, donde sus vendedores reconocen que “teniendo en cuenta que ha habido mucha más movilidad durante el verano, es cierto que casi hemos igualado las cifras de 2019, previo a la pandemia”.

El turismo, sobre todo nacional, es un pilar fundamental clave en la adquisición de décimos. Desde que en el mes de julio comienzan a ponerse a la venta los primeros números, son muchas las administraciones las que han hecho su particular agosto en la venta de números. “La gente de Madrid nos ha comprado muchísimo. También muchos de País Vasco, Valencia o Jaén” reconoce José Ramón, lotero de Vera.

Un fenómeno que ocurre principalmente durante la triada veraniega porque “la gente que viene a veranear aquí le gusta llevarse números y vendemos más en esa fecha gracias a ellos” sobre todo porque, según apuntan los loteros “la gente de aquí lo compra siempre más cerca a la fecha”. Un hábito que contrasta con las administraciones de la capital donde el turismo que reciben está más vinculado a los viajes organizados por el Imserso, señalando que “se echa en falta ese movimiento porque todavía estos viajes no han comenzado”.

Buscar la suerte es uno de los objetivos que se perseguirán en las siguientes semanas, por eso hay muchos participantes que la buscan año tras año con el mismo número que ya lo hicieron sus familiares. Una de las tantas estrategias que cada año intentan doblegar al pulso matemático del azar. Que mayoritariamente no funcionan porque Recibir el Gordo es muy improbable, pero no imposible.

En concreto, la probabilidad de recibir el premio máximo de la Lotería de Navidad al comprar un décimo es de 1 entre 100.000, es decir, 0,001%, pero que nos acercan a unas fechas entrañables donde no solo lo material es el epicentro de la celebración. El reencuentro con la familia, compartir momentos con amistades, el disfrute en general y celebrar el popular día de la salud, tras el sorteo extraordinario, son realmente los ejes sobre los que giran los días más señalados del último mes del año.