Almerienses presos en el ‘corralito’ se suman a una demanda colectiva

Los almerienses afectados por el presunto fraude de los bonos preferentes- cuyo número estima la Asociación de Usuarios de Banca (Adicae) alcanza los 5.500- presentarán una demanda judicial colectiva por fraude y publicidad engañosa contra ochos bancos y cajas que han comercializado este tipo de productos de inversión. Esta semana, Adicae ha celebrado una asamblea informativa en Almería, en la carpa Juan Goytisolo del Muelle de Levante, a la que asistieron una parte de los afectados en este caso denominado como ‘corralito español’. Según el delegado de Adicae, Rafael Fernández, “la sensación mostrada por los afectados de la provincia es, como la del resto de de españoles, de impotencia y rabia por haber perdido sus ahorros”. Añade Fernández que “estamos ya iniciando el texto de las demandas con nuestros equipos jurídicos, a las que se sumarán todos los almerienses que lo vean conveniente”. El perfil del inversor en este tipo de producto en Almería, según el delegado de Adicae, es el de una persona con una edad ya avanza, por encima de los 60 años que confía en el ‘banco de toda la vida’ y ahora no puede sacar su dinero. El problema ha llegado y ha crecido como la levadura en los últimos meses, cuando por la crisis financiera, el mercado secundario, donde se negocia este tipo de productos ha entrado en bancarrota porque no hay liquidez. Las participaciones o bonos preferentes son unos productos financieros de renta fija que cotizan en el mercado secundario, que se ha quedado sin oxígeno. Están considerados como ‘deuda perpetua’ con lo cual, si el mercado de compraventa entre los propios inversores no funciona, la entidad no se compromete a devolver el nominal. Y si lo hace, es con una quita que puede llegar al 40% de lo invertido. Casi todos los bancos, y algunas cajas, han ofrecido este tipo de producto en mayor o menor medida, no así las cooperativas de crédito. Deuda perpetua La CNMV, la entidad que vela por la legalidad de los productos financieros que cotizan en los mercados, por ahora, no ha tomado ninguna iniciativa ante el cúmulo de denuncias y el bloqueo de dinero de miles de ahorradores. Los afectados aseguran que se sienten estafados puesto que lo que querían era una inversión a plazo fijo, no deuda perpetua con un alto porcentaje de riesgo como son las preferentes. El alto porcentaje de interés ofrecido y la necesidad de financiación de las entidades han actuado como mecha de este gran fuego financiero.