Mojácar

María Moreno, tras regresar de Polonia: “Es un milagro que haya salido bien”

La mojaquera reconoce que lo más “doloroso” ha sido decirle ‘no’ a ucranianos que pedían venir

María Moreno a su regreso en el estudio de SER Levante.
María Moreno a su regreso en el estudio de SER Levante. La Voz
Guillermo Mirón
18:22 • 14 mar. 2022

La hostelera mojaquera María Moreno partía rumbo a la frontera entre Polonia y Ucrania sin saber lo que encontraría allí. Ni quién podría regresar con ella, si es que alguien lo iba a poder hacer. Su intención era llegar cargada de ayuda con productos de primera necesidad y regresar con el mayor número de ucranianos posible. En principio sus expectativas se centraban en volver a España con "ocho o nueve personas". Finalmente han sido 21.



Alcanzar este número, que detrás esconde auténticos dramas humanos con nombre y apellidos, ha sido posible gracias a que la solidaridad de María se contagió rápidamente y hubo quien decidió acompañarla sin pensárselo con su vehículo, como fue, entre otros, el caso del empresario David Maquihes.

Sin embargo, a pesar de lo exitoso de la iniciativa, la propia impulsora de la misma reconoce que las posibilidades de que el resultado hubiera sido diferente eran muy altas. "Ha sido un milagro que haya salido bien porque quien vaya allí sin organizarlo, lo tiene crudo", ha advertido María Moreno durante una entrevista realizada este lunes en los estudios de la Cadena SER Levante.

Durante su intervención, la gerente del Restaurante Cabo Norte de Mojácar, ha reconocido que "lo más doloroso" ha sido "decirle que no podía venir a gente a la que habíamos dicho que sí" una vez que "el cupo" estuvo hecho y repleto.

Más allá de esta difícil pero inevitable situación, otro momento que quedará grabado en la mente de esta mojaquera de adopción fue su paso por la ciudad polaca de Cracovia, a escasos kilómetros de Ucrania. Algo que, además, María quiso evitar para facilitar la recogida en un "hotel a las afueras de la ciudad" y de "fácil acceso" hasta que recibió una llamada desesperada. "En el último momento tuvimos que meternos a Cracovia porque llamó una chica desesperada que estaba con su hijo, no tenía medios para llegar y se estaba quedando sin batería", recuerda. Y una vez más, no dudó en afrontar este desafío.

Una vez en la ciudad, María describe su situación como "caótica". "Ves las caras desgarradas de la gente. Sobre todo son madres con niños; alguna con tres, con cuatro, otras con uno… Son caras de buscar ayuda desesperada, con el móvil en la mano porque están esperando el mensaje de alguien que las va a recoger", ha detallado en el programa 'Hoy por Hoy Levante'.

La empresaria ha estado cerca, muy cerca, del horror y del desgarro de una guerra. Algo que acompaña a quienes la han vivido en primera persona incluso a miles de kilómetros del conflicto bélico. Y es que hace unos días aparecieron las primeras noticias sobre desalmados que aprovechan las situaciones de vulnerabilidad para, entre otros fines más que condenables, introducir a mujeres en la trata de blancas. "Una de las chicas que venía con nosotros vino todo el camino con mucho miedo", ha reconocido, antes de hacer visible la situación de incertidumbre y angustia por la que pasan también quienes huyen de la guerra ."Imagina que mañana hay un conflicto bélico y tienes que irte sin medios económicos, sin contactos… y no sabes quién te va a llevar".

Por suerte, como ella misma ha reconocido, el viaje que emprendió junto a Natalia, trabajadora del mismo restaurante y de origen ucraniano, ha superado las solidarias expectativas que tenían cuando partieron. También a la llegada, uno de los momentos que más emocionó a María, cuando fue recibida por sus paisanos entre aplausos tras seis días de odisea. "No suelo ser muy llorona pero en este viaje he llorado varias veces y una de ellas fue cuando llegué a Mojácar, al encontrarme a mis vecinos, a los que me han ayudado… Porque este viaje no hubiera sido viable sin mis vecinos, sin mis clientes y sin la ayuda de empresarios".

Finalmente María llegó a tiempo para estar presente en su restaurante durante el fin de semana y 21 ucranianos ya descansan lejos de la guerra, en diferentes pueblos del Levante Almeriense y de otras provincias limítrofes a la almeriense donde tenía familiares o allegados esperándoles. El mejor final para este viaje que, sin embargo, está empañado por la guerra y el drama que sigue asolando el país ucraniano.










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