El Vaticano estudia la vida de 131 almerienses que podrían ser santos

Almería puede enorgullecerse de ser tierra de santidad. Lo dice convencido José Juan Alarcón Ruiz, el delegado para las Causas de los Santos del Obispado. Y la cifra de 131 almerienses en proceso lo confirma. Siete de ellos están siendo estudiados en Roma de forma individual, otros siete fueron promovidos desde la congregación de Lasalle y los otros 117 componen una causa común, la de los mártires de la persecución religiosa durante la Guerra Civil. “En total hau unos 7.000 en toda España, cada diócesis lleva los suyos”, explica Alarcón.

La apertura de un proceso de santidad se realiza en el lugar donde la persona ha fallecido, o a través de la congregación religiosa a la que perteneció. Por eso, hay tres beatos que, aunque son nacidos en Almería, sus causas se han estudiado en otras diócesis. Es el caso de los beatos Cecilio López, hermano de San Juan de Dios nacido en Fondón y martirizado en Ciempozuelos, el beato José María de la Dolorosa, carmelita que falleció en Toledo, también natural de Fondón, y el beato Andrés Jiménez, oriundo de la Rambla de Oria y salesiano, que también fue martirizado durante la Guerra Civil.

A estos tres se suman otros ocho mártires cuya canonización sí ha sido promovida desde Almería. Es el caso del obispo Diego Ventaja, beatificado en 1993 junto a siete hermanos de La Salle en Almería y el obispo de Guadix.

El milagro del Cura Valera
La misma devoción que el Obispo Ventaja despierta en la provincia la figura del Cura Valera, cuyo aniversario se celebra mañana en Huércal-Overa con una misa a la 19 horas y un encuentro de testimonios en su casa natal. Son múltiples los favores que su causa de canonización ha recogido, pero el milagro que se esperaba para poder avanzar en la canonización llegó desde Washington, de la mano de un pediatra almeriense que encomendó a un recién nacido muy enfermo, y que inexplicablemente se recuperó. “Es el Vaticano el que está estudiando el caso, ya que la causa almeriense se cerró en 1996”, cuenta el delegado. Precisamente, Ginés García Beltrán, hijo ilustre de la localidad, formó parte del tribunal de la causa “y luego fue nombrado obispo de Guadix en el aniversario del Cura Valera, el 27 de enero en 2010”.

Junto a él, otro siervo de Dios “menos conocido porque vivió parte de su vida en México” podría ser beatificado: Federico Salvador, fundador de las esclavas de la Divina Infantita, natural de Almería capital, de la calle Regocijos aunque sus padres provenían de Instinción.

Por último, la fundadora de otro carisma, de la Obra Social Dolores Sopeña, fue ya proclamada beata, dos meses antes de que el único ya santo almeriense, el padre José María Tubio, fuera canonizado en Madrid en 2003.