El Club de Senderismo local ‘No estoy pa ná’, conjuntamente con
la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Pulpí, ha llevado a
cabo este pasado fin de semana de puente, por la festividad del 1 de
mayo, un amplio programa de actividades lúdico-deportivas en tierras
malagueñas en el que ha participado un grupo formado por 14
personas.
La expedición
pulpileña partía en la jornada matinal del sábado, 30 de abril,
rumbo a la localidad malagueña de Torremolinos. La primera de las
actividades lúdicas programadas tenía lugar en la jornada
vespertina del sábado y llevó consigo un paseo por la ciudad de
Málaga transitando por algunos de los enclaves más populares de los
desfiles procesionales, finalizando con las visitas a la iglesia de
San Pablo, sede de Nuestro Padre Jesús Cautivo, y a la de Santo
Domingo, donde se encuentra el Cristo de la Buena Muerte.
En la jornada
matinal del domingo los integrantes del grupo afrontaron la primera
de las dos rutas previstas durante la estancia en tierras malagueñas:
una ruta circular que se desarrolló en la sierra de Torremolinos y
se iniciaba en las inmediaciones del depósito municipal de vehículos
para, paulatinamente, ir ascendiendo por el sendero del arroyo de la
Cueva de la Higuera hasta alcanzar el collado conocido como Puerto
Canuto, una auténtica encrucijada en la Gran Senda de Málaga con
variantes hacia Alhaurín de la Torre, Benalmádena y la subida hacia
las cimas del Pico de la Paloma y del mirador natural de Jabalcuza,
hitos desde los que el grupo disfrutó de las extraordinarias
panorámicas que se ofrecen de la amplísima bahía de Málaga, del
valle del Guadalhorce y de los Montes de Málaga.
Tras el descenso de
estas cimas, el grupo continuó la ruta en dirección al
impresionante mirador de la Cañada del Lobo para iniciar después el
descenso al punto de partida por el serpenteante sendero de la Cañada
del Lobo. La jornada dominical concluyó con una plácida visita
vespertina por el centro urbano y el entorno playero del paseo
marítimo de la playa del Bajondillo.
El lunes se ponía fin a la estancia con la segunda de las rutas planificadas: una ruta de carácter urbano que se iniciaba en la Alameda de Colón y continuaba por la Alameda Principal, Marqués de Larios, plaza de la Constitución y entorno de la catedral antes de visitar la Alcazaba y subir posteriormente hasta el castillo de Gibralfaro, concluyendo la jornada en la plaza de toros de la Malagueta antes de dirigirse a la barriada de El Palo, y poner el broche final gastronómico en el popular restaurante de El Tintero.
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