Los almerienses opinan sobre la huelga

Más allá de manifestaciones y piquetes, la vida de los almerienses continúa su curso habitual. Las grandes superficies comerciales de la capital, aunque custodiadas por las fuerzas de seguridad, recibían a sus clientes con cierta normalidad. Eso sí, sobre todo en el caso de Carrefour, el habitualmente atestado aparcamiento apenas estaba a mitad de su capacidad.

Entre los viandantes, opiniones para todos los gustos. Hay quienes apoyan la huelga y quienes no. Incluso se encuentra alguno que no sabe exactamente a qué se debe la tranquilidad de la mañana en el barrio.

Por su parte, los propietarios de los pequeños comercios abren o cierran según sus propios criterios. Hay quienes manifiestan abiertamente que cierran por la huelga de hoy o, al menos, así lo indican los carteles visibles en sus escaparates. Sin embargo, quienes deciden abrir, aseguran hacerlo sin miedo a que algún piquete interfiera.

En definitiva, una mañana casi normal en un barrio almeriense al que apenas llegaba la intensidad de las movilizaciones más presentes en el centro de la ciudad o los polígonos industriales.