Cuenta la tradición que en la época de enfermedades y hambruna, “los más pudientes” lanzaban roscos de pan desde los balcones para no entrar en contagio con las personas más pobres y que necesitaban comer. Esta peculiaridad se ha convertido a día de hoy y a lo largo de los años en una tradición enorme para los vecinos de Lubrín que celebran cada 20 de enero en honor a su patrón San Sebastián.
El municipio del
Levante recuperará una de sus tradiciones más populares tras tres
años sin celebraciones. El alcalde de Lubrín, Domingo Ramos,
explicó que este será un año muy especial para los lubrinenses que
llevan tres años consecutivos sin festejar en honor a su patrón,
“primero por la lluvia y luego por la pandemia”, al fin los de
Lubrín volverán ver caer esos miles de roscos por los balcones de
su pueblo.
El primer edil confesó que se encuentran ya
inmersos en los preparativos para este día tan especial, “ya
estamos adornando nuestro pueblo, haciendo los pedidos de las
banderas distintas banderas que adornan las calles y balcones, las
flores y adornando también la imagen de San Sebastián”.
Pero
también muy pronto empezarán a hacer esas tradicionales roscas con
huevos que adornan la imagen de San Sebastián en su trono que
procesiona prácticamente enterrado entre estas famosas hogazas.
El 20 de enero es un
día grande para Lubrín, “es la fiesta mayor del pueblo”, ese
día todo el mundo allí donde esté, todo lubrinense y vecinos de
pueblos limítrofes acudirán a este encuentro. “Es una tradición
que va más allá de Lubrín y de las fronteras de la provincia de
Almería, porque según contó Ramos “hay gente de Madrid o
Barcelona y de todas partes que ya se están pidiendo el día en el
trabajo para acudir al municipio para ver este festejo tan peculiar”,
y es que hay muchos pueblos que celebran San Sebastián pero Lubrín
es el único municipio que tiene el privilegio de tener este festejo
considerado de Interés Turístico de Andalucía.
Todo
aquel que haya podido acudir algún año a esta celebración podrá
asegurarlo, “todos los que la ven quedan expectantes ante el fervor
de esta fiesta de San Sebastián en Lubrín de la que estamos muy
orgullosos” apostilló el alcalde.
La peculiaridad de
que los vecinos tiren miles de roscos de pan al paso de la imagen de
San Sebastián, pero sobre todo esa peculiar pelea callejera que se
forma entre los más jóvenes para ver quien consigue el mayor número
de roscos de pan, o la maestría con la que ese grupo de vecinos de
Lubrín llevan a hombros a la imagen del santo sorteando esos grandes
cúmulos de gente que se crean en el pueblo este día, lo hacen una
vivencia única.
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