Javier Pajarón
20:19 • 17 abr. 2012
Una sentencia de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo (TS) confirma la condena de 15 meses de cárcel a dos cabos legionarios acusados de humillar y agredir a tres jóvenes incluidos en el programa de instrucción de aspirantes realizado en los primeros días de enero de 2006.
Los acusados pertenecían entonces a la Unidad de Formación de Adaptación a la Legión, dentro de la base militar Álvarez de Sotomayor, en Viator, y tenían conferidas funciones como instructores de los jóvenes reclutas. Las víctimas eran dos chicos y una chica en edades comprendidas entre los 18 y 27 años, y se habían incorporado a la Brigada de Infantería Ligera (Brileg) dentro del séptimo ciclo de reclutamiento.
Según recoge la sentencia, en los primeros días de enero uno de los cabos instructores mantuvo algunos desencuentros con la joven recluta. “Golpeó varias veces con los puños en el pecho de la entonces aspirante a Dama Legionaria, mientras le decía que llevaba la camisa de manera incorrecta (...) En otra ocasión, el acusado empujó a la citada mientras desarrollaba un ejercicio de carrera continua por haber quedado rezagada (...) en el mismo lapso temporal, el cabo legionario se acercó a la citada y la golpeó en la espalda, pecho y muslos (...) gritándole al oído que "le iba a meter la polla por el culo" ”, recoge la sentencia.
Expresiones de la misma naturaleza reproduce el Tribunal Supremo en su explicación sobre las humillaciones a otros dos reclutas aspirantes implicados en el proceso judicial. “Al menos en el comienzo de tal mencionado proceso de instrucción, se profirieron expresiones hacia los aspirantes del cariz de "mierdas", "mariconas" y "no valéis para nada"...”.
Voto particular
El Tribunal Militar Territorial consideró los hechos constitutivos de cinco delitos de abuso de autoridad, en su modalidad de maltrato, cuatro de ellos adjudicado al mismo instructor. Cada delito está penado con tres meses de prisión. Ahora, el Tribunal Supremo estudia los recursos interpuestos y confirma las sanciones.
Sin embargo, la sentencia del TS no es unánime y recoge un voto particular de especial significado en Almería. El magistrado Benito Gálvez, ex presidente de la Audiencia Provincial de Almería y nombrado Legionario de Honor, ahora en funciones en el Tribunal Supremo, expone en su voto su contrariedad a la sentencia condenatoria.
Benito Gálvez se basa en ciertas contradicciones en los testimonios y en el relato de los implicados. Dice que las expresiones mencionadas se interpretaron como gesto de camaradería y no como una agresión o humillación. “Son consideradas signos de confianza entre los que las realizan, en un contexto de familiaridad entre sus protagonistas”, expone.
Los acusados pertenecían entonces a la Unidad de Formación de Adaptación a la Legión, dentro de la base militar Álvarez de Sotomayor, en Viator, y tenían conferidas funciones como instructores de los jóvenes reclutas. Las víctimas eran dos chicos y una chica en edades comprendidas entre los 18 y 27 años, y se habían incorporado a la Brigada de Infantería Ligera (Brileg) dentro del séptimo ciclo de reclutamiento.
Según recoge la sentencia, en los primeros días de enero uno de los cabos instructores mantuvo algunos desencuentros con la joven recluta. “Golpeó varias veces con los puños en el pecho de la entonces aspirante a Dama Legionaria, mientras le decía que llevaba la camisa de manera incorrecta (...) En otra ocasión, el acusado empujó a la citada mientras desarrollaba un ejercicio de carrera continua por haber quedado rezagada (...) en el mismo lapso temporal, el cabo legionario se acercó a la citada y la golpeó en la espalda, pecho y muslos (...) gritándole al oído que "le iba a meter la polla por el culo" ”, recoge la sentencia.
Expresiones de la misma naturaleza reproduce el Tribunal Supremo en su explicación sobre las humillaciones a otros dos reclutas aspirantes implicados en el proceso judicial. “Al menos en el comienzo de tal mencionado proceso de instrucción, se profirieron expresiones hacia los aspirantes del cariz de "mierdas", "mariconas" y "no valéis para nada"...”.
Voto particular
El Tribunal Militar Territorial consideró los hechos constitutivos de cinco delitos de abuso de autoridad, en su modalidad de maltrato, cuatro de ellos adjudicado al mismo instructor. Cada delito está penado con tres meses de prisión. Ahora, el Tribunal Supremo estudia los recursos interpuestos y confirma las sanciones.
Sin embargo, la sentencia del TS no es unánime y recoge un voto particular de especial significado en Almería. El magistrado Benito Gálvez, ex presidente de la Audiencia Provincial de Almería y nombrado Legionario de Honor, ahora en funciones en el Tribunal Supremo, expone en su voto su contrariedad a la sentencia condenatoria.
Benito Gálvez se basa en ciertas contradicciones en los testimonios y en el relato de los implicados. Dice que las expresiones mencionadas se interpretaron como gesto de camaradería y no como una agresión o humillación. “Son consideradas signos de confianza entre los que las realizan, en un contexto de familiaridad entre sus protagonistas”, expone.
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