Antonio Fernández
23:52 • 18 abr. 2012
La Consejería de Agricultura y Pesca ha anunciado en el marco de la Expo Agro Almería que en las próximas semanas se aprobará de forma definitiva la Indicación Geográfica Protegida Tomate de La Cañada-Níjar, una denominación de origen que reconocerá la excelencia de este producto y supondrá un nuevo valor añadido para la comercialización.
En sus últimos trámites, la IGP del tomate almeriense ha superado satisfactoriamente el pasado 30 de marzo los controles que impone la Comisión Europea para este tipo de denominaciones de origen, sin que se hayan presentado posteriormente alegaciones de ningún tipo. Culmina así un proceso que, según dijo ayer la consejera Clara Aguilera, “un proceso que supone un reconocimiento crucial para la agricultura almeriense, que ha contado desde el principio con el respaldo del Gobierno andaluz”.
Los avances del ‘raf’
Si hay un producto de referencia de la calidad de la producción hortofrutícola almeriense, ese es sin duda el tomate ‘raf’, definido como el ‘pata negra’ de los tomates. Desde el Instituto Andaluz de Formación e Investigación Agraria (IFAPA), se presentaban ayer algunos de los estudios que se están llevando a cabo para mejorar el posicionamiento del raf en los mercados.
Francisco Javier de las Nieves, presidente de IFAPA, explicaba que uno de estos programas de investigación se ha centrado en la mejora del control climático y ambiental en los invernaderos. El objetivo de esa investigación es lograr un ambiente idóneo para que la producción del raf no se limite a tres o cuatro meses al año, sino que se pueda alargar su ciclo productivo, sin perder la calidad y el sabor, a más meses.
Para ello se trabaja en las condiciones de suelo, en las aguas de riego necesarias para que aporten la salinidad que requiera este exclusivo producto, y también en las relacionadas con la humedad ambiental o en la temperatura. El estudio va, según De las Nieves, por buen camino y obtendrá pronto resultados.
Otro de esos estudios específicos para el tomate raf se refiere al tratamiento poscosecha: se trata de conseguir procesos de conservación del producto una vez que es recolectado para alargar la ‘vida útil’ del producto. El raf es un tomate que en unos pocos días pierde gran parte de las características que lo hacen diferente del resto de tomates, y lo que se pretende con las investigaciones que se están llevando a cabo en el IFAPA es mantener, mediante la aplicación de frío o de atmósfera protegida, que se mantenga en buenas condiciones durante más tiempo. Con ello se podrían abordar nuevos proyectos de comercialización en mercados más lejanos a los que en la actualidad no llega.
El presidente de IFAPA considera que esas investigaciones, junto con otros 46 proyectos de investigación que son desarrollados por la institución, “han de tener posteriormente una fase de transferencia real, de forma que los avances conseguidos puedan ser realmente utilizados”.
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