Juan Padilla, alcalde de Benitagla, ni siquiera se acuerda de cuántos años hace ya de que el pueblo no tiene bar, lo que obliga a sus vecinos a coger el coche y trasladarse más de dos kilómetros, a Benizalón o Alcudia de Monteagud, solo para tomarse un café o una cerveza.
El municipio más pequeño de Almería, con apenas 60 habitantes, tampoco tiene tienda, aunque esta carencia es paliada solo en parte por la venta ambulante que acude periódicamente al municipio de la Sierra de los Filabres, que en su época de mayor esplendor llegó a tener cerca de 400 residentes. Pero llegó un momento, como dice Padilla (PP), en el que no solo emigraban los jóvenes, a Almería, a grandes poblaciones costeras o a Cataluña, sino que también se marchaban los mayores.
De ahí a que como alcalde se planteara la prioridad de ofrecer servicios que animaran a los jóvenes a quedarse, e incluso para que familias que se habían ido pudieran volver, es decir para frenar ese continuo proceso de despoblación. El Consistorio diseñó un proyecto junto a la Diputación para ‘cambiar’ por un bar y una tienda el antiguo edificio del antiguo ayuntamiento, situado en el numero uno de la Plaza Mayor, que cuenta con un total de 152,14 metros cuadrados distribuidos en dos plantas.
Durante un año de obras se han desmontado y demolido distintos elementos del edificio, para realizar a continuación las particiones interiores para la instalación de saneamiento, fontanería y electricidad, previa a la colocación de revestimientos, azulejos en aseo y cocina, falso techo y solería. La carpintería interior es de madera, lacada en fábrica.
Con vivienda
También se ha construido una vivienda en la primera planta para ser utilizada como residencia de quien gestione el bar y la tienda -que están en la planta baja-, y para que, por supuesto, viva en el pueblo. El alcalde dice que la idea es que el negocio lo gestione no una persona, sino una familia, y de hecho ya tiene candidatos que se han ofrecido. “En el pueblo hay gente que puede sacar el negocio adelante”, asegura.
El proyecto del alcalde y de la Diputación es aún más ambicioso, puesto que ya se ha adquirido un solar contiguo al antiguo consistorio para construir en él una cocina y un comedor, para convertir en el futuro el establecimiento en bar-restaurante.
De momento, la apertura del bar está pendiente de que se consigan los fondos suficientes para dotarlo de mobiliario, de forma que a día de hoy no hay fecha de inauguración, si bien se espera que sea cuanto antes.
De hecho, aunque la Diputación ya ha ayudado en los últimos años a abrir bares y tiendas en pequeños municipios, dentro de su objetivo de trabajar contra la despoblación de la Almería rural, -como ha sucedido en los últimos meses en Beires o Laroya-, Javier Aureliano García, su presidente, asegura que el bar de Benitagla será el primero en inaugurarse dentro de su nuevo plan y de su firme compromiso para que durante este mandato no quede un solo municipio de la provincia sin este “servicio”.
"Un servicio social"
Porque, como plantea García, los bares son, sobre todo en pueblos pequeños de interior, “un servicio social que la Diputación tiene que prestar, al margen de que tenga o no rentabilidad”. “Para nosotros es clave que todos los municipios de la provincia tengan un bar y una tienda, porque el bar es el centro neurálgico, el punto de encuentro de los vecinos para departir sobre cómo ha ido la jornada, y es también el punto de parada del visitante, para tomar un café, una cerveza o para comer”, dice García.
El presidente insiste en el hecho de que este servicio se prestará aunque no produzca beneficios, “dentro de ese sello social que tiene que marcar la actuación de la Diputación”, como ocurre con los cajeros automáticos: “Los cajeros nos están siendo deficitarios, y los bares seguramente también lo serán, pero ambos son servicios que tenemos que prestar. Igual que las tiendas, nadie se tiene que sentir desplazado y tener que ir a comprar al pueblo de al lado o cinco pueblos más allá porque no hay ningún comercio a 10 kilómetros a la redonda. Eso no lo vamos a permitir, y garantizo que todos los pueblos de Almería van a tener al menos un bar y una tienda”, asegura.
Aunque aún no está claro cuál será el modelo de gestión de los futuros bares, como el de Benitagla, de este plan, el presidente de la Diputación afirma que será factible, tanto jurídica como técnicamente, de forma que ahora se trata de “engranar todas las piezas para empezar a trabajar”. García precisa que no es solo Benitagla, sino que también hay ya “muchos municipios de la provincia” trabajando en este plan para que todos cuenten con bar al final de este mandato".
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/3/provincia/260144/un-pueblo-de-almeria-cambia-su-antiguo-ayuntamiento-por-un-bar