Como todos los años, en agosto hay un fenómeno que embellece el
cielo nocturno y atrae a cientos de curiosos a mirar hacia arriba. Se
trata de las Perseidas, también conocidas como Lágrimas
de San Lorenzo. Para disfrutar de este espectáculo hay que
buscar lugares alejados de las grandes aglomeraciones, sin
contaminación lumínica, tales como miradores, playas o puntos
elevados.
Así pues cada año, esta lluvia de meteoros genera un pequeño ejército de curiosos que
acuden hasta el Observatorio de Calar Alto, generando todo un problema para el propósito científico. Y, aunque pueda parecer el sitio
perfecto para disfrutar de una noche perfecta, “no lo es”.
Así
lo pidieron desde la propia institución científica, "frecuentemente
el observatorio se ve desbordado durante una o dos noches alrededor
del 12 de agosto por una gran cantidad de vehículos con luces
encendidas que perjudican la calidad de las observaciones que se
llevan a cabo en el observatorio así como la tranquilidad natural
del entorno". Y, en realidad, para disfrutar de este
espectacular evento no hace falta subir a uno de los puntos más
altos de la provincia: basta con apartarse de la iluminación de las
ciudades.
Pese a las
recomendaciones cerca de 200 vehículos han acudido desde el pasado
viernes al entorno de Calar Alto para contemplar las Perseidas o
"lágrimas de San Lorenzo" que durante estos días se han
podido contemplar con mayor intensidad pese a la petición efectuada
por el observatorio astronómico para evitar el ascenso a las
inmediaciones del centro.
Según ha informado la Junta en
una nota, los usuarios que entre el viernes y el domingo han asistido
a este espacio han sido informados por los agentes de Medio Ambiente
de los lugares en los que podían aparcar así como de la prohibición
de estacionar en áreas con vegetación, encender fuegos o
acampar.
"La gente ha recibido bien la presencia de
los agentes y ha atendido sus indicaciones correctamente, de forma
que el balance del dispositivo ha sido muy satisfactorio", han
estimado desde el Gobierno andaluz tras el despliegue del dispositivo
articulado ante la mayor afluencia de personas que han ascendido
hasta el lugar.
La Junta ha indicado que el dispositivo
especial se ha extendido durante tres noches "ante la necesidad
de regulación de un uso público puntual muy intensivo que estaba
generando algunos problemas", según ha explicado el delegado
territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul,
Manuel de la Torre.
"En los últimos años hay muchos
almerienses que se han acostumbrado a subir al Calar Alto, uno de los
enclaves naturales de nuestra provincia más conocidos, de acceso
fácil por carretera, con unas vistas impresionantes para disfrutar
de la lluvia de estrellas" ha reconocido el delegado para quien
"la elevada afluencia de visitantes concentrada en una o dos
noches de verano tiene también sus inconvenientes, en forma de
aparcamiento descontrolado de vehículos en zonas no habilitadas para
ello".
En este sentido, el delegado ha indicado que
el aparcamiento descontrolado es susceptible de dañar la vegetación
natural o de ocasionar "molestias al Observatorio" por "los
focos de los coches y las linternas de los visitantes que interfieren
en el trabajo científico", de manera que "incluso algunas
personas poco concienciadas que llegan a encender fuego para
calentarse".
El titular territorial de Sostenibilidad
ha agradecido la labor de los agentes, quienes "han participado
de forma voluntaria, fuera de su jornada de trabajo habitual, en este
dispositivo extraordinario con motivo de la lluvia de las Perseidas,
demostrando una vez más su entrega y vocación de servicio
público" .
Según ha explicado el coordinador
provincial de los agentes de Medio Ambiente, Jorge Pérez Sevilla,
"no hay que olvidar que todo el entorno de Calar Alto son montes
públicos, y el reglamento de prevención contra incendios forestales
en Andalucía contempla la posibilidad de establecer mecanismos de
vigilancia y control en las vías de acceso a los mismos".
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