La planta “feúcha” y emblemática del Levante Almeriense que está en peligro

El Halocnemum strobilaceum, más conocido como “garbancillo” se encuentra en las Salinas

Así luce el \"garbancillo\" en las Salinas.
Así luce el \"garbancillo\" en las Salinas. La Voz
Marina Ginés
18:57 • 29 ago. 2023

No levanta más de tres palmos del suelo, de color verdoso que no llama especialmente la atención, una pequeña planta que pasa desapercibida fácilmente, pero que contra todo pronóstico, "es una planta muy singular, muy específica y muy rara", así la calificó el experto y biólogo Miguel Carlos García, que recuerda cómo cuando se la enseña a su hija de tres años la califica como "una plantucha muy feucha", bromeó.

Esta peculiar especie se encuentra en zonas muy específicas y cuenta con muy pocos ejemplares. Se pueden encontrar en las Salinas de San Juan de los Terreros y otras pocas en el Salar del Pozo del Esparto. Conocida como el Garbancillo y con un nombre mucho menos atractivo en términos científicos, "Halocnemum strobilaceum", tiene una forma que la hace reconocible, con pequeñas bolitas que conforman su tallo en forma de garbanzos.

Esta planta es un “salao” adaptado a ambientes hipersalinos y con una ecología muy especial lo cual la hace muy vulnerable. Está avocada a extinguirse en Andalucía si no se pone remedio mediante un programa de conservación serio y efectivo. 



Una planta que ha estado desamparada por las administraciones y que gracias a la labor de concienciación y medioambiental de la Asociación que bautiza con su propio nombre 'El Garbancillo' ha conseguido ser más visible y ocupar un lugar más relevante para preservar su futuro. Miguel Carlos García es el responsable de la asociación de El Garbancillo y uno de sus principales motores reconoce, es "poner en valor los tesoros naturales que alberga el Levante Almeriense, llevamos a cabo proyectos y actividades de educación ambiental y turismo sostenible, en especial, en las Salinas de San Juan de los Terreros".

Y es que, estás Salinas están consideradas las primeras de la franja costera oriental Andaluza. Conformadas por una serie de depósitos o balsas para la concentración y cristalización de la sal común. En épocas pasada su producción abasteció del preciado mineral comestible para la salazón de pescado de la almadraba de Terreros y para el consumo en general hasta su abandono en 1.974 por lo que se trata de un espacio re-naturalizado de alto valor etnográfico.

Algunas de sus principales amenazas al igual que ocurre con otros tesoros naturales, es la huella humana. "Podríamos decir que somos la especie más invasora y destructora de la naturaleza", bromeó García. Y es que el auge del turismo y de la construcción urbanística ha modificado considerablemente le terreno donde se distribuían estas salinas que van desde Terreros hasta Villaricos.

Las Salinas se han convertido en el centro de la pedanía costera sin edificar, y están divididas en dos, diferenciando unas a Levante y Poniente del tramo final de la Rambla de los Pérez. Y aunque la mayor parte de los terrenos donde se asientan son de titularidad pública aunque algunas parcelas (vitales para su conservación) son privadas con carácter residencial u hotelero, otras son zonas verdes y equipamientos públicos.

Este lugar tiene un alto interés faunístico para las aves limícolas que descansan y nidifican en sus aguas y presentan una joya botánica, un endemismo mediterráneo catalogado en peligro crítico de extinción y única población viable en toda Andalucía de ese conocido como "Garbancillo".



Por este motivo el afán de la asociación de El Garbancillo "es tratar de persuadir a la administración local para interesarse en declarar las Salinas de Terreros como Reserva Natural Concertada, figura de protección de la Junta de Andalucía que incluiría a este espacio dentro de la Red Natura 2000, en la que se preservan determinados terrenos de interés ecológico mediante un convenio de colaboración entre La Consejería de Medio Ambiente, el Ayuntamiento y los propietarios de los terrenos a proteger", además desde la organización, "llevamos casi cuatro años realizando actividades, sobre todo con estudiantes, para que la conozcan y valoren", explicó el responsable.

La inclusión posibilitaría la protección del hábitat del Garbancillo y la participación pública en un entorno protegido mediante la realización de actividades sostenibles, fruto del interés por conservar el patrimonio natural y etnográfico que poseen las Salinas además del alto valor ecológico y didáctico.

Además, serviría para realizar actividades de turismo activo y la concienciación ambiental, más aún si se persigue la construcción de un Centro de Interpretación de la sal, la barrilla y el esparto y un Aula de la Naturaleza para proteger el Garbancillo como especie única en Andalucía y emblemática de Pulpí.

La protección de las Salinas de Terreros y Villaricos, beneficiaría al municipio en todos los aspectos según enumeró el responsable: "ambiental, turístico, histórico, social que unido al resto de espacios naturales protegidos que poseemos, como los Monumentos Naturales de la Geoda y la mina Rica, la Isla de Terreros y la Isla Negra, las zonas de especial protección del Levante Almeriense, con los fondos marinos de Posidonia oceánica, convertiría a Pulpí, en uno de los pueblos con más oferta turística ambiental de la provincia".








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