La falta de lluvias no permite que Almería reduzca el déficit hídrico

La escasez de precipitaciones que se está registrando en la provincia desde que el pasado 1 de octubre se iniciara el nuevo Año Hidrológico está llevando a una situación límite a las reservas de agua que deberían acumularse en los dos pantanos de los que dispone la provincia, los de Benínar, en la comarca del Poniente y Cuevas del Almanzora en el Levante.

Así lo recogen las estadísticas que elabora semanalmente la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural atendiendo a los datos de la red pública Hidrosur; unos datos que evidencian que los embalses de la provincia son los únicos de Andalucía en los que las reservas hídricas no han dejado de bajar.

Alerta hídrica
El último informe elevado al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía indica que las Cuencas Mediterráneas Andaluzas han experimentado un descenso en el volumen de agua acumulada en sus pantanos de 3 hectómetros cúbicos, siendo la que más recursos ha perdido de la región.

Pero es que, además, esa disminución de las reservas se produce exclusivamente por la dinámica negativa en la provincia de Almería ya que los otros pantanos pertenecientes a esa demarcación hidrográfica, los ubicados en las provincias de Málaga y de Granada, se han mantenido estables en los dos últimos meses y son los dos almerienses los que presentan ese balance negativo.

Los pantanos
En el caso de Benínar en la última semana se producía un nuevo descenso de las reservas hasta dejar el volumen total acumulado en el 7,76 por ciento de su capacidad. La situación es notablemente peor que hace un año por estas fechas, cuando tenía 8,9 hectómetros cúbicos frente a los 4,8 actuales.

En el embalse de Cuevas del Almanzora a fecha 19 de diciembre de 2022 se disponía de casi 27 hectómetros cúbicos de agua acumulada, mientras que este año apenas supera los 17 con lo que acumula apenas un 10,80 por ciento de su capacidad.

Las alarmas están encendidas porque en el presente año hidrológico las lluvias caídas en la provincia han sido escasas, apenas un 60 por ciento de las que cayeron el pasado año en los tres primeros meses de ese periodo. Ni siquiera meses en los que tradicionalmente llueve con cierta intensidad en la provincia, como el de octubre, se ha recogido agua suficiente como para paliar el déficit de agua.

Alto consumo

Una de las cuestiones sobre la mesa es que Almería mantiene un elevado nivel de consumo al disponer de un modelo agrícola como el de los invernaderos, que alcanza su máxima actividad precisamente a partir del mes de septiembre, lo que mantiene la demanda cuando en otras zonas andaluzas es tiempo de una menor intensidad en los regadíos.

Para el presidente de la Federación de Regantes de Almería, José Antonio Fernández, la situación actual no es nueva, pero no por ello deja de ser preocupante porque, además de la precariedad de las lluvias la provincia no está recibiendo aportaciones que en otros años han sido sustanciales. La supresión del trasvase del Negratín, la escasa aportación del Tajo-Segura o la poca que llega de Benínar son parte del problema.