Cuevas y Benínar, los pantanos con menos agua de todo el país

La cosa se pone cada vez más seria. Tres años consecutivos de sequía han llevado al límite las reservas de agua en la provincia de Almería, hasta el punto de que esta semana los dos pantanos con los que cuenta la provincia, los de Benínar en la Comarca del Poniente y el de Cuevas del Almanzora son los que acumulan menos agua embalsada de España.

Los datos los aportaba este miércoles la Confederación de Empresarios de Almería (Asempal) que en su Comisión Ejecutiva repasaba la situación de los recursos hídricos en la provincia, una situación que se va agravando a medida que avanza el Año Hidrológico 2023/2024 como consecuencia del muy bajo índice de precipitaciones.

Récord negativo

Esos datos, entresacados de la página web embalses.net y de la Red Hidrosur y su sistema automático de información hidrológica (SAIH) de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, entre otras fuentes, señalan que, a fecha de 17 de enero, la reserva de agua embalsada en la provincia es de 20,65 hectómetros cúbicos, situándose en un 9,35 por ciento de su capacidad total, que es de 220,77 hectómetros. Ese volumen embalsado supone seis puntos porcentuales menos que en la misma fecha de 2023.

Una situación negativa que afecta tanto al pantano de Cuevas del Almanzora como al de Benínar que, en ambos casos, tienen menos agua que hace un año y sus reservas no han dejado de disminuir en los últimos meses. El de Cuevas dispone de 15,78 hectómetros cúbicos frente a los 26,26 de hace justo un año. El de Benínar tiene 4,87 hectómetros, mientras que el año pasado alcanzaba los 8,5.

Para Asempal una situación recurrente que pone el foco en la urgencia de las inversiones en infraestructuras hidráulicas y en la búsqueda de recursos alternativos como la desalación o la regeneración para hacer frente a la falta de agua y a la aceleración de los efectos del cambio climático, “cada vez más evidente”, señala.

Sostiene la patronal que los almerienses “somos pioneros en la búsqueda de soluciones para desacoplar la sequía de la escasez”, haciendo uno de la innovación, la tecnología y las prácticas sostenibles en materia de ahorro, “pero arrastramos un déficit de infraestructuras estratégicas que impiden garantizar la disponibilidad de agua”, según el presidente, José Cano.

Ante esta preocupante situación, la organización empresarial ha reclamado de nuevo agilidad y eficacia a las administraciones para evitar “que las infraestructuras hídricas pendientes se eternicen, para recortar los plazos interminables de los proyectos y para que se facilite la agilización de los procedimientos administrativos” en un asunto que supone la vida para sectores económicos vitales para la provincia, como la agricultura o el turismo.

A ese déficit contribuye el hecho de que se siguen atendiendo los regadíos de la provincia a pesar de que los aportes de agua no acaban de llegar, ni a través de las lluvias ni tampoco con el agua de los trasvases.