Se trata de una de las estaciones meteorológicas más antiguas de
las que siguen prestando sus servicios, como poco, en la comunidad
autónoma andaluza. Fue durante los años 20 del pasado siglo cuando,
sirviéndose de una rudimentaria tecnología, la estación de Albox
comenzó a registrar las diferentes inclemencias meteorológicas que
dejaba el paso de los días.
En aquel entonces,
se encargaba de tomar buena nota de los datos que marcaban el día de
día de los vecinos (de forma aún más vital que hoy debido a una mayor relevancia de sectores como el de la agricultura)
un tío abuelo de Maribel Campos. Después fue su madre quien se hizo
cargo de la misma “mientras trabajaba en el Hospital de Sangre,
donde está ahora el Ayuntamiento”, recuerda la propia Maribel, que ha
hecho las veces de salvaguarda de esa misma estación desde el año
2000. Hasta hoy.
Y es que por primera
vez en esos más de cien años de vida, esta histórica estación
meteorológica cambia de manos. O más bien, de apellidos. Desde el
pasado mes de enero, es Juan Jesús Maestre y su Observatorio
Meteorológico de Albox y el Almanzora (OMAA), también colaborador
de la Aemet, el que custodia esta estación que es mucho más que
eso. Es, sin duda, historia de Albox, el Valle del Almanzora y la
provincia. “Tomé la estación en 2000 porque mi madre ya estaba
muy mayor y para mí ha supuesto una especie de disciplina y un acto
de servicio para la sociedad”.
Esto es un hecho, ya
que “ni un sólo día” desde que se hizo cargo de ella Maribel ha
dejado de tomar los datos. Cuando tenía que viajar, pedía a algún
familiar que se encargara de este trabajo hasta su vuelta. Siempre ha
sido así. Incluso en tiempos bélicos.
Esta estación fue
la encargada de proporcionar los datos climatológicos ante episodios
históricos como las riadas de 1973 y no dejó de hacerlo, incluso,
durante los años de la Guerra Civil. Eso sí, adaptándose a las
cambiantes circunstancias de la contienda. “Durante la guerra la
estación sufrió varias vicisitudes pero nunca se cerró ni se
dejaron demandar datos porque para la aviación era imprescindible.
Mi madre empezó a enviar datos a Málaga y conforme avanzaban las
tropas nacionales se mandaban hacia el Levante, primero a Lorca,
luego a Murcia, Valencia…”, relata.
Paradójicamente,
las consecuencias que trajo un gran fenómeno meteorológico como
fueron las riadas del 73 hicieron que se perdiera una pequeña parte
de los registros que la familia anotaba sin falta. El agua entró en
la casa, situada en pleno casco urbano albojense, y causó que haya
algunas lagunas en esos datos, aunque se mantienen la mayoría de los
mismos.
Ahora le toca a Juan
Jesús Maestre hacer las veces de salvaguarda de esta estación y
servirse de ella. Se suma así a otra estación que ya utilizaba y
con la que colabora con la Agencia Estatal de Meteorología. Un
albojense apasionado de la meteorología desde hace décadas, colaborador de la Cadena SER Levante y cuyas
previsiones son demandadas por buena parte de la sociedad del
municipio y de otros puntos de la comarca cuando llegan fechas
señaladas, como la Semana Santa o en los días previos de alguna
boda o acontecimiento similar.
Con este currículum la estación está
en buenas manos y así lo sabe la propia Maribel. “Como sabía que
Juan Jesús llevaba mucho tiempo dedicándose a la meteorología
dije: aquí va a estar mi salvación. Me he quedado muy tranquila
porque, como a mi madre, me daba pena que después de tantos años de
servicio esto terminara acabándose”.
Así las cosas, para Maestre, sin embargo, esta estación
supone un orgullo (es la que ha proporcionado los datos y el
historial que han estado durante décadas) pero también una responsabilidad
no menor.
“Cuando me lo dijo lo acogí con una gran alegría porque
para mi era como un sueño. Desde chico siempre he estado pendiente
del tiempo y de la meteorología”, recuerda Maestre, por lo que
considera que ser ahora el responsable de una estación que lleva más
de un siglo en funcionamiento “es un orgullo”.
Tras este relevo,
desde este mes de enero y por primera vez después de más de cien
años, no es la familia de Maribel la encargada de recoger esos datos
como lo ha hecho diariamente desde 1922 sino el Observatorio
Meteorológico de Albox. Un hito en la historia de una estación que
es mucho más que eso. Es todo un patrimonio histórico de los
albojenses que ha sido clave ante acontecimientos históricos como la
propia guerra o los distintos fenómenos meteorológicos que han
marcado la vida de la población.
Si Maribel reconocía
que afrontaba esta labor como un acto de “disciplina” y “servicio
para la sociedad” puede estar más que satisfecha. Ha cumplido
como, a buen seguro, muy pocas personas lo han hecho, con esta labor.
Ahora empieza una nueva época para esta estación que lleva
contándole a los vecinos lo que ocurre en nuestro cielo desde hace
más de un siglo.
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