Mojácar

La historia del GEO que rescató a un almeriense del atraco al Banco Central

“Este vecino de Mojácar estaba en una posición clave, junto al Director del Banco Central“

Arturo Hidalgo junto a Ángel Valero, su mujer y otro compañero en su visita a Mojácar.
Arturo Hidalgo junto a Ángel Valero, su mujer y otro compañero en su visita a Mojácar. La Voz
Marina Ginés
17:43 • 28 may. 2024 / actualizado a las 20:08 • 28 may. 2024

Ángel Valero es el nombre del vecino de Mojácar que fue uno de los rehenes que pasó 37 horas secuestrado en el Banco Central de Cataluña un 23 de mayo de 1981. Han pasado 43 años pero los que vivieron este terrible suceso lo recuerdan como si hubiera ocurrido ayer . Así lo aseguran dos de los principales involucrados en el atraco más famoso de las últimas décadas (series de ficción basadas en el mismo aparte), en el que participaron hasta once atracadores y se retuvieron a 300 personas.

El otro nombre propio es el de Arturo Hidalgo, residente en Almería y que formó parte del equipo de Mando y Experiencias de la unidad de élite de la Policía Nacional de España (conocida como GEOS) que participó en este operativo policial. Preguntado acerca del famoso suceso, Hidalgo confiesa nunca antes había conocido la versión de cómo habían vivido los hechos los rehenes, hasta que hace a penas unas semanas conoció a Valero durante una visita a Mojácar.

Un encuentro que llegó por un golpe del destino. Arturo recuerda que, con motivo de organizar una jornada de convivencia entre antiguos compañeros ya jubilados de esta unidad en la localidad mojaquera, conoció la historia de este vecino a quien, sin saberlo, había salvado la vida.

“Tengo amistad con el jefe de la Policía Local de Mojácar", ha explicado Hildago antes de añadir que fue gracias a esta conversación con motivo de la organización de esa convivencia la que derivó hasta que el responsable del cuerpo mojaquero le comentó que en el municipio residía "un rehén del banco central”. El mojaquero implicado en este secuestro estuvo de acuerdo en reencontrarse con los GEOS en un evento que según ambas partes “fue muy emocionante”. Ángel se emocionó al ver a los efectivos policiales. "Con lágrimas en los ojos, nos confesó que pensó que aquel 23 de mayo iba a morir, el sentía que las cosas se ponían difíciles”, recuerda el exGEO.

Una historia que se compone hoy, más de cuatro décadas después, ya que como bien apunta Arturo “nosotros conocíamos lo que pasaba fuera pero no lo que pasó dentro y este vecino de Mojácar estaba en una posición clave ya que se encontraba junto al Director del Banco Central, Alfonso Escámez”.

Valero le explicó al agente que en el momento del atraco “oyó perfectamente los tiros, sabía que habían disparado a los rehenes y el se preguntaba: ¿Cómo es posible que once personas controlasen a trescientos?”. La respuesta era que estos atracadores tenían información privilegiada. “Lo primero que hicieron fue ir a por dos vigilantes de seguridad de paisanos armados y les quitaron las armas, subieron planta por planta y sabían a qué sitio acudir a cada despacho. Conocían perfectamente toda la situación del banco” coincidían ambas partes.

En todo momento Valero comprobó que José Juan Martínez Gómez, alias “el Rubio” dominaba la situación. “Muchos de los que iban con él querían echar para atrás pero el les decía lo que tenían que hacer y que de ahí no se movía nadie”. Tras esto, explica que cuando se oyen los disparos en la azotea del edificio, los atracadores entienden que el asalto al Banco se está efectuando. "Automáticamente lo que hacen es abrir las puertas y salir mezclados con los rehenes", al más puro estilo de una producción de Netfllix (siendo claros, como si se tratase de la Casa de Papel).

Sin embargo y por desgracia para las trescientas víctimas, este hecho no era ficción, ni sus rehenes eran actores. El miedo y la incertidumbre por qué pasaría con sus vidas era muy real y los instantes en los que consiguieron ver de nuevo la luz del sol fue como un renacer para las víctimas que lograron en su totalidad salvar la vida, aunque con heridos.

Así los once atracadores se mezclan entre la multitud con la esperanza de no ser descubiertos. Algo que era totalmente "imposible", según recuerda Hidalgo como parte de la operación policial, "teníamos todo el exterior totalmente controlado, todos eran cacheados e identificados y se supo desde el primer momento quienes eran los atracadores".

Valero recuerda que cuando salió por la puerta principal de aquel Banco, lo primero que hizo fue buscar un sitio de protección. Junto a las inmediaciones se encontraba un quiosco de prensa donde se tumbó para refugiarse. Como anécdota “algunos de esos periódicos agujereados por las balas se vendieron a precio de oro”, recordó Arturo Hidalgo.

Hoy más de 40 años después este relato se ha recompuesto por parte de dos de los protagonistas que compartieron sin saberlo una mismo suceso y un mismo alivio: el de conseguir salir ilesos de aquel fatídico suceso. Arturo, como parte del dispositivo policial a sus 68 años, lo recuerda como si hubiera sido ayer y puede sentir ese orgullo de haber hecho las cosas bien y también de haber conocido a uno de los rehenes a quienes salvó la vida en aquel fatídico suceso, Ángel Valero que no olvida el miedo y el drama que vivió aquel día en primera persona y que a día de hoy aún recuerda notablemente afectado.

Aún rondan varias hipótesis sobre el móvil del suceso
Pese al transcurrir de los años, los motivos de este asalto no han sido completamente esclarecidos y las hipótesis van desde el intento de atraco a la obtención de documentos comprometedores en torno a los hechos sucedidos el 23F, con el intento de golpe de Estado de teniente Coronel Antonio Tejero.

Por una parte la postura oficial del Gobierno tras la resolución del asalto es que se trataba de simples delincuentes. Sin embargo según el cabecilla de este atraco, José Juan Martínez Gómez, "el Rubio" en una entrevista realizada en 2009, afirmó que había sido contactado por dos personas, una llamada Luis, (jefe de operaciones encubiertas del CESID), siendo el otro el propio subdirector de seguridad Emilio Alonso Manglano,​ que según el atracador le abrían contratado para realizar el robo de unos documentos que se encontraba en el interior del banco y que según le dijeron comprometía seriamente la seguridad y la estabilidad del país.

Sin embargo, Mariano Bolívar, el atracador a quien 'El Rubio' daba por muerto, desveló en 2018 que era mentira que asaltasen el banco para buscar dichos documentos. "Esa persona es un fantástico y nos llevó a todos a la cárcel por su afán de protagonismo", explicó, haciendo referencia a José Juan al equipo de La Sexta como parte del programa Equipo e Investigación de dicha cadena.

Protagonistas almerienses en uno y otro bando

Casi 800 kilómetros separan la localidad almeriense del Banco Central de Barcelona. Sin embargo ambas localidades estuvieron ampliamente conectadas aquel 23 de mayo de 1981. Y es que Arturo Hidalgo y Ángel Valero no fueron los únicos almerienses que se encontraban en la sede de la entidad bancaria durante aquellas fatídicas 37 horas de secuestro.

Entre los delincuentes que provocaron el mayor atraco a un Banco de España, estaban los almerienses José Juan Martínez Gómez "El Rubio" y Juan Quesada "El Macaco".











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