Parque Natural

El pueblo almeriense de costa más auténtico para vivir un verano de los de antes

Un municipio, según la reconocida revista Traveler, en el que el tiempo parece no haber pasado

Imagen de archivo de la Isleta del Moro.
Imagen de archivo de la Isleta del Moro. La Voz
Jaime Molero
14:13 • 08 jul. 2024 / actualizado a las 20:11 • 09 jul. 2024

Almería sigue siendo uno de los destinos de costa más elegidos para disfrutar de un verano de calma, buenas playas y clima envidiable. Por esto, la reconocida revista internacional Traveler ha incluido uno de los pueblos de la provincia entre los más costumbristas de toda España para vivir un verano como los de antes.



La Playa El Pinet en Alicante, Jerez en su Fiesta de la Vendimia o algunos lugares de Teruel como Rubielos de Mora son algunos de los lugares también seleccionados por la prestigiosa revista como un recuerdo de los veranos de nuestros padres o abuelos. Una forma distinta de disfrutar el periodo estival que nos recuerdan a antiguas costumbres como sacar la silla a la fresca o las auténticas fotografías en color sepia.



Ubicado en pleno Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, el municipio escogido en Almería es la Isleta del Moro, uno de los pueblos costeros de Almería con más encanto y solera. Reconocido por sus puertas azules, casas blancas y pequeñas barcas pesqueras, la Isleta del Moro es uno de los municipios almerienses en los que parece que el tiempo no ha pasado. Con un ritmo de vida lento por su poca población habitual y su aún muy presente pasado pesquero, esta localidad se lleva el reconocimiento de ser uno de los más costumbristas de España.



Un lugar idílico, según Traveler, para disfrutar de un verano eterno como los de antes, de ropa tendida, niños saltando y jugando y ancianas sentadas en sillas de playa. Un viaje al pasado quizás por el poco cambio que ha experimentado la Isleta del Moro, sin grandes nuevas edificaciones, ni explotación turística. También destaca su característico cementerio de viejos barcos varados que parecen no tener dueño que ocupan su litoral.



De hecho, aún existen algunos puntos del pueblo en los que la conexión a la línea telefónica e Internet se dificulta. En definitiva, un lugar perfecto para disfrutar un verano de desconexión, paz y tranquilidad y disfrutar de la nostalgia que los veranos de antaño aún suscitan en nuestra memoria. 






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