Vera

Descubre la iglesia almeriense que ha sido cárcel, cementerio y aljibe

El próximo 29 de agosto se realizará una visita guiada para conocer los secretos del templo

Marina Ginés
13:03 • 26 jul. 2024

Ubicada en el corazón de Vera, La Iglesia de la Encarnación, no solo destaca por su impresionante arquitectura de estilo mudéjar-andaluz, sino también por su fascinante versatilidad a lo largo de la historia. El templo ha servido como lugar de culto religioso, así como de cementerio, de cárcel, de aljibe o de fortaleza.

Construida tras el terremoto de 1518 que destruyó la antigua Bayra, se concibió como un templo fortaleza en respuesta a la amenaza de ataques moriscos y piratas. Su robusta estructura presenta murallas altas y macizas, con características defensivas que recuerdan a un castillo.

Este magnífico templo no sólo es un símbolo religioso, sino un testimonio de la historia de Vera, un lugar donde la fe, la defensa y la vida comunitaria convergen. La Iglesia de la Encarnación continúa siendo un lugar de interés patrimonial que invita a locales y turistas a conocer su rica y multifacética historia.

Uno de los elementos más singulares de esta iglesia es su aljibe, excavado en el siglo XVI y con capacidad para almacenar 50.000 litros de agua. Este aljibe, que se ubica en la parte trasera del templo, fue una solución ingeniosa para el abastecimiento de agua a los habitantes de Vera en caso de un asedio. Los visitantes a este templo, pueden ver a día de hoy una pequeña trampilla en el suelo que da acceso a este asombroso vestigio histórico.

Desde su construcción hasta el primer tercio del siglo XIX, la iglesia también sirvió como cementerio, consolidando su papel como centro vital para la comunidad. Así mismo, (y sin dejar de sorprender) en el siglo XVIII, el antiguo baptisterio de la Iglesia veratense, se transformó en una cárcel eclesiástica, donde se castigaban delitos contra las leyes de la Iglesia. Entre los prisioneros destacaron figuras como Juan Miguel García Jofré, un posible descendiente del famoso descubridor de las Islas Marshall, (entre otras) Francisco García Jofre de Loaísa.

Para aquellos interesados en explorar estos intrigantes aspectos históricos del templo, dentro de la programación cultural del verano se han organizado varias visitas guiadas para descubrir los secretos de los templos veratenses.

La primera visita guiada por ‘Los secretos de la Iglesia Convento de la Victoria y la Iglesia de la Encarnación’, se llevó a cabo el pasado 17 de julio, con un éxito rotundo donde decenas de veratenses y turistas de otros puntos de la provincia descubrieron, una a una, esas historias ocultas a través de cinco siglos de la historia de estos lugares emblemáticos. La encargada de guiar a los curiosos por la historia oculta de estos lugares emblemáticos de Vera es la investigadora histórica y Técnica en la empresa pública Destino Vera, Magda Navarro Arias, quien ofrece una experiencia completa para conocer estos emblemas de la Ciudad.




Esta actividad turística se repetirá el próximo 29 de agosto. Esta visita promete (y así lo hace), revelar las fascinantes curiosidades de estos templos, que no solo fueron lugares de culto, sino también refugios ante las adversidades históricas.

Entre los rasgos arquitectónicos dignos de mención, se encuentra el reloj y la campana ‘María Inmaculada’, que data de los años 70 del siglo XIX y fue creado por el maestro relojero Gregorio García Álvarez. Además, dicho campanario ha sufrido variaciones en su fisionomía a lo largo de los siglos y su actual campana fue bautizada el 24 de diciembre de 1955.

Por esta iglesia han pasado grandes figuras de la historia de España. Por ejemplo, en este lugar se han casado Antonio de Torres (inventor de la actual guitarra española) en 1835; así como el explorador y espía Ali Bey (Domingo Badía) quien se casó en 1971 con la veratense María Lucía Burruezo Campoy. En resumen, un lugar único con una historia que sorprende en cada rincón de sus muros donde cada día se descubren más hitos de la historia veratense y que ahora se puede conocer en profundidad gracias a esas visitas guiadas por los cinco siglos de historia de los templos veratenses que han arrancado con motivo de la programación cultural de verano.









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