Resultaría casi imposible de imaginar para quienes habitaban el poblado de Los Canos, enclavado en plena ladera de una sierra y habituados a un duro modo de vida desde este emplazamiento relativamente aislado, que llegaría el día en el que sus viviendas, ahora abandonadas, se convertirían en un destino buscado por miles de visitantes para disfrutar de su tiempo libre y de ocio.
Lo cierto es que en los últimos años la popularidad de esta población no ha dejado de crecer. Y hay razones de sobra para ello. En primer lugar por el impacto que produce en el visitante la primera aparición de estas viviendas levantadas en una escarpada ladera de la sierra, con calles ahora desiertas empinadas y que antaño eran lugar de tránsito diario de vecinos y 'bestias', de las que se valían para moverse por la zona y transportar mercancías.
Por si esto no fuera suficiente, la llegada a este punto del término municipal de Serón se produce tras transitar por parajes naturales del conocido como Valle del Alderire, llenos de vegetación e incluso de abundante agua y riachuelos que bien podrían recordar más zonas de bosque y sierra de Asturias que de la propia provincia almeriense. Más allá de estos encantos, la fama de Los Canos ha llegado de la mano de un apodo como que ya se ha popularizado, al ser catalogada como el Machu Picchu almeriense.
Los motivos de su comparación con la conocida ciudad histórica de
Perú son obvios. Recuerdan a la mítica población peruana lo que
queda de sus viviendas y edificaciones, ahora en ruinas, junto a la
ubicación que tienen, en una inclinada ladera, como sucede con la
popular ciudad inca.
Así, visitar el Machu Picchu almeriense es también todo un viaje en el tiempo, ya que aún a día de hoy, lustros después del abandono completo de este lugar por parte de sus habitantes, se pueden encontrar en el interior de sus inmuebles (o lo que queda con ellos) restos de muebles, utensilios domésticos e incluso algún que otro juguete de la época no muy bien conservado debido a los avatares del tiempo.
Se trata además de una zona catalogada como de especial conservación en plena Sierra de los Filabres y considerada según subrayan desde el Ayuntamiento de Serón como "un Espacio Serrano de Interés Ambiental por su flora y fauna, así como por la importancia de su geología".
¿Más motivos para conocer esta zona de la provincia de Almería? Por si lo descrito anteriormente no fuera suficiente, en sus inmediaciones se encuentran vestigios paleolíticos encontrados en distintos puntos así como pinturas rupestres situadas concretamente en el paraje Piedra de la Romana, lo convierten esta zona en "un lugar de elevada singularidad con respecto a otros espacios naturales que podemos encontrar a su alrededor", apuntan con acierto desde el Consistorio.
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