El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acompañado por la subsecretaria Susana Crisóstomo y el director general de Tráfico, Pere Navarro, ha presentado el balance provisional de la siniestralidad mortal en las vías interurbanas entre el 1 de julio y el 31 de agosto de 2024. En la sede de la Dirección General de Tráfico (DGT), se desglosaron los datos tanto a nivel nacional como por comunidades autónomas y provincias, revelando tendencias dispares en la reducción de víctimas mortales.
Almería, tradicionalmente una de las provincias andaluzas más seguras en cuanto a siniestralidad vial durante el verano, ha experimentado una disminución en el número de fallecidos en los últimos dos años. Mientras que en 2023 se registraron 3 víctimas mortales en el verano pasado, en 2024 esa cifra ha descendido a 2, marcando una mejora continua respecto a años anteriores como 2021 y 2022, cuando hubo 7 fallecidos.
Entre 2015 y 2024, los datos muestran fluctuaciones, pero el balance final es positivo: de los 7 fallecidos en 2021 y 2022, Almería ha logrado reducir sus cifras hasta los niveles del verano de 2015 y 2018, cuando hubo 2 muertes.
Contrastes en Andalucía
Si bien Almería ha bajado su índice de víctimas mortales en accidentes de tráfico en vías interurbanas, la situación en otras provincias andaluzas es preocupante, especialmente en Sevilla y Málaga. La capital andaluza ha pasado de registrar 3 fallecidos en el verano pasado a 11 respecto al mismo periodo de 2024. Por su parte, Málaga, a pesar de haber disminuido levemente sus cifras, sigue siendo la provincia con mayor número de víctimas junto a Sevilla, con 11 en 2024.
Otras provincias, como Cádiz y Córdoba, también presentan cambios en el número de sus siniestros durante el verano. Cádiz, que en 2023 tuvo 6 fallecidos, ha reducido ligeramente la cifra a 5 en 2024, mientras que Córdoba ha pasado de 2 fallecidos en 2023 a 4 en 2024. Granada y Huelva mantienen cifras estables, con 6 y 1 fallecido respectivamente en 2024.
Leve incremento en España
A nivel nacional, el informe revela que entre el 1 de julio y el 31 de agosto de 2024 se registraron 221 siniestros mortales, resultando en 241 personas fallecidas y 952 personas heridas hospitalizadas. Esto supone un leve aumento del 1% en el número de víctimas mortales respecto al verano de 2023. Aunque el número de siniestros mortales disminuyó un 3%, el incremento de siniestros con 2 o más fallecidos resulta alarmante: 37 personas perdieron la vida en 17 accidentes de este tipo, 15 más que en el verano de 2023.
En comparación con el año 2019, previo a la pandemia, el incremento de muertes es del 12%, lo que refleja la persistencia de problemas en la seguridad vial en las vías interurbanas. La movilidad en este periodo también alcanzó cifras récord, con un total de 97.765.625 desplazamientos de largo recorrido, un 4,4% más que en 2023.
Uno de los factores más preocupantes es el aumento de muertes en colectivos vulnerables. En 2024, las personas fallecidas en turismos disminuyeron un 13%, pero las víctimas entre peatones, ciclistas y motoristas aumentaron un 8%, representando el 46% del total de fallecidos. Además, el tipo de siniestro más frecuente continúa siendo la salida de la vía, que causó el 37% de las muertes, seguido por la colisión frontal, que registró un notable incremento del 26% respecto a 2023.
En cuanto a la distribución por edades, las personas entre 45 y 54 años fueron las más afectadas, seguidas del grupo de 55 a 64 años. El informe elaborado por la DGT también reveló que el 79% de los fallecidos eran hombres y reflejando una tendencia constante en la siniestralidad vial. El número de mujeres fallecidas ha disminuido en 11 respecto a 2023 y el de hombres ha aumentado un 7%.
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