El velero de un narco que ahora es insignia del ecologismo

El velero Diosa Maat de Ecologistas en Acción en plena navegación por las costas españolas.

El velero Diosa Maat  de Ecologistas en Acción en plena navegación por las costas españolas.
El velero Diosa Maat de Ecologistas en Acción en plena navegación por las costas españolas. La Voz
Rosenda Mirón
20:15 • 21 sept. 2024

La vida a veces tiene giros de guion sorprendentes. Salir de una de las actividades más oscuras y negativas para la sociedad para reconvertirte en abanderado de una de las más nobles causas en la sociedad actual: la defensa del medio ambiente. Ese ha sido el reciclaje de esta embarcación, buque insignia de Ecologistas en Acción.



Probablemente al narco propietario que hizo decenas de veces la navegación por el Atlántico desde Colombia a las costas cantábricas cargado de drogas ilegales jamás se le pudo pasar por la cabeza en manos de quién acabaría su lujoso yate. El Diosa Maat le fue incautado cuando las autoridades interceptaron al traficante con 2.700 kgs de cocaína a bordo, en unas de esas travesías.



Juan Antonio Martínez, más conocido como Nono, es uno de los socios fundadores de Ecologistas en Acción y conoce muy bien este velero de casi 14 metros de eslora: ‘Los barcos que incautan a los narcos los suelen sacar a subasta, y a veces también los venden a precio muy económicos a ONGs, como en nuestro caso que creo recordar que costó unos 11.000 euros, allá en 2005’.



Inició los trámites legales la Federación de Ecologistas en Acción de Cádiz, y se utiliza en toda España tras un acuerdo interno. Empezó a movilizarse por todas las costas españolas para darle más uso , ya que trata del único barco que se utiliza a nivel nacional, ya que sus características le permiten la navegación de largas distancias.



Este invierno lo pasará en Motril, aunque durante este recién clausurado verano ha pasado mucho tiempo en el Mar de Alborán. También estuvo en Barbate, en una acción que saltó a los medios nacionales por lo espectacular de las protagonistas objeto del estudio: una familia de orcas de casi cuarenta miembros que lleva unos años dedicándose a “jugar” con los timones de los veleros en el Estrecho. Estas ballenas viven entre el estrecho de Gibraltar y la bretaña francesa, depende del momento del año, en busca de cazar atunes. 



Este barco ha llegado a navegar con 400 delfines nadando a su alrededor, ha visto protestas pero ningún momento tenso, de hecho a veces llegan a puerto y acude la Guardia Civil a preguntarles “si vienen a liarla” y acaban viniendo a navegar un rato con la tripulación. ‘El barco tiene buena fama, a veces hasta nos dejan el amarre gratis en algunos puertos’ confiesa Nono.



El Diosa Maat guarda muchos recuerdos, entre la madera de teka y las velas de su hay una vida de escenas seguro inconfesables, las relativas a su anterior vida como transporte para el negocio del narcotráfico.



En su etapa actual vigila la costa y sus tripulantes lo hacen con preocupación: ’vemos el desastre que se ha hecho en nuestra costa, sobre todo entre Motril y Cabo de Gata el paisaje está destrozado, lleno de desmontes e  invernaderos. Hay otro problema gordo de contaminación porque hay muchísimo emisario ilegal, vemos muchas manchas grandes y peligrosas. Hay muchos núcleos de población sin conectar al alcantarillado. Y luego están los plásticos usados en agricultura que se se tiran a las ramblas y cuando estas salen llegan al mar, los fondos entre Motril y Almería están tapizados de plástico.’ 


El verano pasado encontraron en medio del mar un castillo hinchable de los de uso recreativo en algunas playas. En el lado opuesto, el triste, el desgarrador, han visto algunas pateras, a las que está prohibido ayudar: ‘Algunas noches les oimos incluso hablar, pero no los vemos. En las rondas nocturnas cuando estás solo al timón te llevas algunos sustos, en mitad del silencio, como la respiración de un delfín.Todo se oye muchísimo’ desvela Nono.


El Diosa Maat está ahora en Cartagena, descansando y a la espera de su próxima misión en su labor de vigilancia para el cuidado de los mares y sus habitantes. Estos próximos meses estudiará la floración de las pradera de posidonia en la costa granadina y junto con geólogos de la Universidad de Granada medirá el gas radón, que delata surgencias de agua dulce en el mar. También subirán los niños de los colegios a conocer el barco y aprender sobre el medio marino. La buena labor de un barco que un día fue villano, y ahora es héroe.


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