El casco histórico de un pueblo de los Filabres se convertirá en feria gourmet

Este domingo 6 de octubre, las calles de Lubrín se convertirán en el escenario de la XXIII Feria de la Alimentación Rural, un evento que comenzó hace más de dos décadas como un simple concurso gastronómico entre vecinos y que hoy se ha transformado en una cita clave para los amantes de la gastronomía tradicional.

El alcalde del municipio, Domingo Ramos, recuerda los primeros años del evento, cuando “cada vecino hacía su receta y la exponía en la Plaza de la Constitución para ser valorada por un jurado”. Con el tiempo, la celebración ha crecido de tal forma que ahora ocupa todo el casco antiguo, convirtiéndose en un espacio donde empresas locales y provinciales también ofrecen degustaciones de productos típicos, a la vez que se mantiene aquel espíritu tradicional que lo empezó todo.

Éxito a lo largo de los años

En palabras de Ramos, el evento ha pasado de ser un pequeño concurso culinario a “una feria con todas las letras, de auténtico disfrute de las maravillas que tiene nuestra tierra”. En la edición pasada, se llegaron a vender 1000 tickets de comida.

La feria contará con stands de productos de los sellos como ‘Sabores Almería’ y ‘Legado Natural Lubrín’. Entre las delicias que se podrán degustar encontraremos el cordero de Lubrín, embutidos, y las tradicionales migas del Castillico, junto a productos como quesos, miel, cerveza, vino o la repostería de la Panadería Serafín.

La jornada comenzará a las 12:00 con la celebración de una Santa Misa en honor a la Virgen del Rosario, patrona del municipio, seguida de una procesión acompañada por la Banda Municipal de Música de Lubrín. A partir de las 14:00, dará inicio la esperada feria con la degustación de platos preparados por los vecinos, y productos de la zona.

La tarde culminará con una verbena amenizada por la Orquesta Cristal, que pondrá música y diversión para quienes deseen prolongar la celebración. Ramos subraya la importancia de esta feria no solo como evento gastronómico, sino como un espacio para fortalecer los lazos comunitarios y fomentar la economía rural a través del apoyo a los productores locales. “Queremos que la gente venga, disfrute y se lleve un pedacito de nuestra cultura”, afirma.