El alcalde de Oria y al menos parte de su equipo de Gobierno tuvieron conocimiento de los malos tratos que estaba sufriendo al menos un menor de edad en la Escuela Infantil del municipio antes de que el caso llegara a la justicia.
Es lo que denuncian familias afectadas por el caso y que recuerdan que, en una reunión antes de que salieran a la luz los hechos trasladaron a los responsables públicos, entre los que se encontraba el alcalde, Marcos Reche, su preocupación por lo que estaba sucediendo, de lo que ya tenían constancia tras recoger una serie de pruebas.
Familias denunciantes con las que ha contactado este periódico han confirmado que, si bien desde el Gobierno
municipal mostraron verbalmente su preocupación e instaron a dimitir
a la entones directora de la Escuela Infantil, la acción del
Ayuntamiento de Oria se quedó ahí. “No actuaron con respecto a la
ley porque presuntamente estaban obligados de suspenderla
de empleo y sueldo”, lamentan.
Una vez que se
confirmaron la sospechas de los familiares sobre una posible conducta
violenta e intimidatoria en las instalaciones educativas y ante la
“inacción” del Consistorio, acudieron a la vía judicial para
buscar amparo. Es más, según las mismas familias afectadas los responsables municipales conocieron con todo
detalle cómo era el proceder con, al menos, uno de los niños,
siendo conscientes de ese trato vejatorio y violento que se le dio
al menor. A pesar de ello, decidieron no tomar "ninguna acción legal" por lo que las familias lamentan que "los niños siguieron expuestos a lo que pudiera pasar".
De hecho, la propia oposición ya dio la voz de alarma incluso antes de que se judicializara el caso. “En base a las recientes informaciones
recibidas por distintas familias del municipio de Oria sobre las
presuntas graves actuaciones llevadas a cabo en la guardería de
titularidad municipal” desde “el Grupo Municipal Socialista en el
Ayuntamiento queremos trasladar al señor alcalde nuestra máxima
preocupación ante los presuntos hechos acontecidos, inquietud que es
compartida por los padres y madres usuarios del centro municipal y el
conjunto del pueblo", reflejaba el texto registrado en el
Consistorio.
En la sentencia que
se dio a conocer día atrás, en el mes de septiembre de este 2024, se da cuenta del trato a uno de los
alumnos de apenas tres años de edad, al cual "encerraba
sentado en una silla en un almacén o cuarto" de las
instalaciones de la guardería "a oscuras" y con la
puerta "medio cerrada" cuando lloraba o estaba intranquilo,
de modo que era aislado del resto de sus compañeros.
Esta situación
se produjo durante varias ocasiones en un espacio de diez días al
inicio del curso escolar 2020-2021, lo que "desestabilizó el
desarrollo cotidiano de la vida del menor", quien "perdió
el apetito y el sueño", "lloraba continuamente por la
mañana", "se atemorizaba frente a terceros" y "cogió
miedo a la oscuridad".
Finalmente, el
Juzgado de lo Penal número 5 de Almería condenó a un año de prisión a la exdirectora
y cuidadora de la escuela infantil por vejar a uno de sus alumnos con
una conducta "violenta e intimidatoria" frente a los
menores que tenía a su cargo, de entre uno y tres años, al menos
entre marzo y abril de 2019 y el inicio del curso siguiente.
Este periódico ha intentado sin éxito en varias ocasiones ponerse en contacto con el alcalde para recoger su versión de lo sucedido.
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