5 pueblos que debes visitar para conocer el alma de Almería

Estas son las paradas obligatorias para decir que has estado en Almería

Vista de Vélez-Blanco con su característico Castillo de los Fajardo.
Vista de Vélez-Blanco con su característico Castillo de los Fajardo. La Voz
Natalia Estrada
20:01 • 10 nov. 2024

Para decir que conoces realmente Almería, no basta con recorrer su capital o relajarse en sus famosas playas. Almería es una tierra llena de contrastes y matices, donde cada rincón tiene su propia historia y esencia, y nada lo refleja mejor que sus pueblos.



Estos lugares son muchos más que simples puntos en un mapa: son el alma de la provincia, con sus tradiciones centenarias, paisajes únicos y una autenticidad que se respira en cada callejuela y en cada plaza. Pueblos colgados en acantilados o con casas blancas llenas de flores, Almería nos ofrece destinos tan variados que es difícil no enamorarse de su diversidad.



Mojácar: el blanco de Almería frente al Mediterráneo



Con sus casas encaladas y su laberinto de calles empinadas, Mojácar se ha ganado a pulso ser uno de los pueblos más bonitos de España. Este lugar es perfecto para quienes buscan esa foto memorable de casitas blancas con el mar de fondo y las flores adornando las fachadas. 



Además, es un lugar lleno de vida, con tiendas, bares y restaurantes que muestran la cara más cosmopolita de Almería, sin perder nunca su esencia tradicional. Mojácar es sin duda la parada obligatoria para quienes buscan capturar el encanto mediterráneo.



Níjar: artesanía y tradición en cada esquina



Si hablamos de artesanía, hablamos de Níjar. Aquí la cerámica y las famosas jarapas se han convertido en señas de identidad, y al recorrer sus calles uno siente que el tiempo se ha detenido en este rincón tan especial. 



Níjar tiene ese encanto rural que atrapa: el de los pequeños pueblos andaluces en los que cada casa, cada tienda y cada rincón cuenta algo de su historia. Caminar por sus calles es conocer una Almería de tradición, color y arte, donde cada objeto hecho a mano es un recuerdo imborrable.


Vélez-Blanco: historia y naturaleza en su máximo esplendor

Este pueblo es un destino ideal para los amantes de los castillos y las montañas. En Vélez-Blanco se alza imponente el Castillo de los Fajardo, una joya arquitectónica que cuenta con una de las vistas más espectaculares de la provincia. 

Pero no solo es historia; su entorno en el Parque Natural de Sierra María-Los Vélez hace que este pueblo sea también un paraíso para quienes buscan naturaleza en estado puro. Entre murallas, historia y paisajes montañosos, Vélez-Blanco es una visita que no te puedes perder.


Laujar de Andarax: el alma de la Alpujarra almeriense

Este es el lugar para conectar con el lado más auténtico y rural de Almería. Laujar de Andarax, conocida como la puerta a la Alpujarra, es el punto de partida ideal para descubrir esta comarca y sus tradiciones. 

Famoso por sus viñedos y su buen vino, aquí es obligatorio hacer una parada para probar la gastronomía local y disfrutar de un entorno natural que invita al descanso ya desconectar. Con sus rutas de senderismo, bodegas y buen ambiente, Laujar es ese rincón de Almería que te hace sentir como en casa.


Sorbas: el pueblo que desafiaba la gravedad

Sorbas es un lugar único. La villa está en la cima de un monte, algunos la llaman "Cuenca Chica" por encontrarse algunas de sus casas colgadas al borde del monte, explica la Web Oficial de Turismo de Andalucía. 

Además, Sorbas alberga uno de los parajes geológicos más sorprendentes de España: el Karst en Yesos, un paisaje de cuevas y formaciones naturales que atrae a visitantes de todas partes. 



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