Vera

Las jornadas gastronómicas que se han convertido en un acontecimiento social

La Terraza Carmona agota las reservas y conquista los paladares con el toro bravo en la cocina

Guillermo Mirón
18:20 • 15 nov. 2024

La historia de las ‘Jornadas del toro bravo en la cocina’ de la Terraza Carmona es la de un evento gastronómico que se ha convertido en mucho más que eso. Sigue siendo, por supuesto, una cita ineludible para los amantes de la mejor cocina, aunando con maestría en cada edición la carne de toro con la cocina tradicional, productos de la tierra y técnicas vanguardistas.

Sin embargo, con el paso de los años la propuesta ha trascendido lo gastronómico hasta convertirse en una cita social de obligada -y gustosa- asistencia para cientos de personas no sólo de Vera y el Levante sino de toda la provincia. Es lo que acaba de suceder en los salones del Restaurante Terraza Carmona durante dos jornadas en las que se han dado cita, en cada una de ellas, más de 200 personas, agotando las reservas días antes de que dieran comienzo.

Tanto este jueves como el viernes, sabores únicos -y sólo al alcance de los comensales durante este evento en muchos de los casos- se han entremezclado con reencuentros, abrazos y muchas sonrisas entre anécdotas compartidas. Es lo que ha logrado crear la familia Carmona y, en cierto modo, es un reflejo de sus virtudes. Una cocina excepcional y una sincera amabilidad para con los asistentes que se contagia al resto de comensales.

La cocina, eso sí, mantiene su gran protagonismo gracias a los platos que aprovechan prácticamente todas y cada una de las partes del toro bravo, conjugándolo con arte (y sobre todo décadas de conocimientos culinarios) con platos tan típicos como los gurullos.

Así, durante estos dos días por las mesas de la Terraza Carmona han pasado platos como, entre los aperitivos, un sorprendente tarrito de berenjena asada con tomate raf, apio, nabo, aguja de eral confitada, rúcula y lascas de foie;  pimiento sweet Palermo chocolate relleno de ensaladilla con redondo de toro en orza y repollo al pimentón  o un ‘Molinete’ de lengua de añojo escabechada, pepino y brotes tiernos sobre carpaccio de lomo y emulsión de ajo negro y AOVE, que cautivó incluso a quienes nunca habían probado esta parte del animal.

Entre los principales, además de los mencionados gurullos con falda de toro de lidia, alcachofas tiernas y tirabeque o un potaje almeriense de verduras de otoño, legumbres y espaldilla de toro de lidia al hinojo que dio paso el viernes a los deliciosos ‘Clarines y timbales’ de rabo de toro estofado con hortalizas de raíz al aroma de trufas y castañas.








Sabores que destacaron entre otros platos (contando ambos días se ofrecieron dieciséis propuestas diferentes) y que convencieron un año más a cientos de asistentes que han consolidado estas jornadas gastronómica como un acontecimiento gastronómico que trasciende incluso a sus sabores únicos. Que ya es decir.







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