La iglesia que comparten Almería y Murcia

Las antiguas conexiones entre ambas provincias han dejado huella

Una iglesia compartida por allmerienses y murcianos.
Una iglesia compartida por allmerienses y murcianos. La Voz
Tito Sánchez Núñez
21:40 • 18 nov. 2024 / actualizado a las 19:53 • 19 nov. 2024

Por su proximidad geográfica y su historia compartida, las provincias de Almería y Murcia tienen varios elementos en común en lo cultural, histórico, y natural. Una vinculación que es especialmente notable en las comarcas situadas al norte de Los Filabres, donde las antiguas conexiones entre ambas han dejado huella en el habla o las tradiciones locales.



Históricamente, el Marquesado de Los Vélez unió a territorios que hoy se reparten entre ambas provincias, un señorío que abarcaba posesiones en poblaciones como Vélez-Blanco, Vélez-Rubio, María, Chirivel, Albox, Benitagla, Albanchez, Arboleas, Oria o Cuevas del Almanzora, en la actual provincia almeriense, o Mula, Molina Seca, Alhama, Librilla o Mazarrón en la murciana. Además, otros dos actuales municipios almerienses, Pulpí y Huércal-Overa, pertenecieron también siglos atrás al Reino de Murcia.



Esa unión entre almerienses y murcianos sigue siendo hoy palpable en algunos de estos municipios, que comparten en ocasiones localidades, playas, restaurantes o colegios. Algunos casos, no exentos de cierta polémica, sobre todo cuando tocan la materia turística y económica, como si la playa de Los Cocedores pertenece a la almeriense Pulpí o a la murciana Águilas.



Otros casos estos elementos son compartidos con total normalidad y cariño por los vecinos de ambas regiones. Ocurre en Pozo de la Higuera, que pertenece, por un lado, a Pulpí, y por otro a Lorca, pero también en Góñar, una pedanía que Huércal-Overa comparte con Puerto Lumbreras.



Es en esta localidad donde encontramos la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, compartida por los vecinos tanto de la parte almeriense como de la murciana. De hecho, pertenece a la Diócesis de Almería y a la provincia almeriense, aunque solamente le separan escasos 10 metros de la rambla del Lobo que sirve como separación entre provincias y comunidades autónomas. A un poco más de distancia del límite está el cementerio, también compartido, e igualmente situado en suelo almeriense.



En los últimos años, los ayuntamientos y vecinos de Huércal-Overa y Puerto Lumbreras unieron fuerzas para reformar la iglesia, que se encontraba deteriorada, demostrando que en las pequeñas localidades no existen límites ni fronteras y sí raíces compartidas.





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