Cabo de Gata

Tesoros y sirenas: la leyenda del cabo de Gata

Un lugar fascinante que históricamente ha cautivado a sus visitantes

Arrecife de las Sirenas en el cabo de Gata.
Arrecife de las Sirenas en el cabo de Gata. La Voz
Tito Sánchez Núñez
20:34 • 26 dic. 2024 / actualizado a las 13:11 • 30 dic. 2024

El cabo de Gata es un lugar fascinante que históricamente ha cautivado a sus visitantes. Sus acantilados escarpados, playas vírgenes y aguas cristalinas lo convierten en un destino único. Pero más allá de su belleza natural, este mágico lugar esconde un halo de misterio que ha alimentado la imaginación de muchos, dando origen a diversas leyendas.



El arrecife de las Sirenas es, sin duda, el epicentro de estas leyendas. Sus chimeneas volcánicas sumergidas han dado lugar a todo tipo de historias. Una de las más populares cuenta la leyenda de un sultán árabe que, antes de la Reconquista, escondió un fabuloso tesoro en una cueva submarina bajo el promontorio de la Vela Blanca, cerca de este arrecife.



¿Existió realmente este tesoro? Es difícil saberlo con certeza, ya que la leyenda también cuenta que el hombre murió antes de poder revelar a sus familiares la ubicación de este tesoro, que estaría, además, protegido por unos seres mitológicos: las sirenas.



Otra de las leyendas que rodea el cabo de Gata afirma que estas criaturas atraían a los marineros a través de su canto para luego atacarlos. Lo que sí existió, hasta mediados del siglo XX, fue una colonia de focas monje, mamífero que emitía un extraño aullido que podría confundir a los marineros y hacerlos creer que se trataban de auténticas sirenas. Aunque, pese a todo, había quienes afirmaban haberlas visto.



Según la leyenda, un hombre que iba a pescar todos los días al arrecife en busca de alimento, escuchó un grito agudo en el fondo marino y se acercó, viendo primero una luz próxima a él y posteriormente la figura de una mujer con cola de pez. Sin embargo, pocos le creyeron.



Lo que sí es cierto es que, con tesoro y sirenas o sin ellas, el cabo de Gata es uno de los lugares más mágicos de la provincia de Almería y uno de los destinos fijos para cualquier visitante que venga a nuestra tierra. El acceso al arrecife, a través de una pequeña bajada desde el faro, deja la espectacular visión de un tramo oxidado de guías para embarcaciones. A la derecha se encuentra una pequeña cala para no más de cinco plazas que solo es accesible con marea baja y calzado adecuado. Cuando sube la marea, el agua inunda este espacio.





Temas relacionados

para ti

en destaque