Una solución definitiva para garantizar el bienestar de las colonias felinas

Las colonias felinas son una realidad en muchas localidades pero siempre suponen un reto: gestionarlas de manera efectiva y respetuosa. Sin embargo, la clave para garantizar su control está lejos de su eliminación ya que existen métodos que garantizar la convivencia entre gatos y vecinos.

Uno de los métodos más efectivos y respetuosos es el Método CER, que consiste en su captura, esterilización y retorno, una estrategia que evita el crecimiento descontrolado de las colonias a la vez que garantiza el bienestar de los animales.

Y, para ponerle solución, Olula del Río ha comenzado el nuevo año estrenando la aplicación del Método CER en la comarca del Valle del Almanzora. En este primer paso, se han capturado a cuatro gatas y un gato de distintas colonias locales con la colaboración de las cuidadoras Mónica Anilla y Maty Pastor.

Tras su captura, los felinos fueron trasladados a una clínica veterinaria cercana donde se les esterilizó, desparasitó y atendió problemas de salud específicos, por ejemplo, una dermatitis detectada en una de las gatas. Una vez se recuperen, los gatos regresarán a sus colonias de origen en Olula del Río.

Este método se lleva a cabo por un grupo de voluntarios que previamente han tenido que ser autorizados y formados para encargarse de realizar las tareas de captura de los gatos mediante jaulas trampas y para devolverlos a su colonia de origen una vez ya estén esterilizados. Por supuesto, este proceso es supervisado por veterinarios especializados para garantizar que cada felino reciba la atención médica necesaria.

El objetivo del Método CER no es solo controlar la población felina, sino que también pretende mejorar la calidad de vida tanto de los gatos comunitarios como de los vecinos. Al evitar su reproducción, se reduce el número de animales abandonados y se minimizan las peleas entre ellos. También se disminuyen los problemas de salud que la sobreproblación genera.

La aplicación de este método en Olula del Río cuenta con la colaboración de la Asociación Proyecto Gato Almanzora que acompaña a los voluntarios en el proceso. Además se han establecido protocolos para asegurar que solo las personas autorizadas puedan alimentar a las colonias para hacer un control más eficaz y ordenado.