Javier Pajarón
21:58 • 24 jul. 2012
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) ha ratificado una condena de seis años y seis meses de prisión para un cocinero hindú, responsable de un establecimiento en Mojácar, que atacó a un cliente con un pincho de cocina de 85 centímetros.
El acusado presentó un recurso de casación ante el Supremo aduciendo contradicciones en el testimonio de los testigos y la existencia de una riña tumultuaria previa, pero el tribunal presidido por el magistrado Juan Saavedra ha desestimado el recurso y mantiene la condena dictada por la Sección Primera de la Audiencia Provincial, según el auto judicial al que ha tenido acceso La Voz de Almería.
El suceso se remonta al 8 de enero de 2009, en un restaurante de comida oriental en el Paseo del Mediterráneo de Mojácar. Según la sentencia, la víctima se encontraba en el establecimiento con su novia cuando comenzó una fuerte discusión con el encargado del local y otro ciudadano hindú, presuntamente por cuestiones de competencia comercial. El cliente recibió una fuerte bofetada y abandonó aceleradamente el restaurante. Según los hechos probados por la Audiencia Provincial de Almería, el procesado lo persiguió hasta su coche y le clavó un pincho de cocina en el vientre. El arma tenía 85 centímetros de largo, era de acero y se usaba generalmente para asar carne.
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El acusado presentó un recurso de casación ante el Supremo aduciendo contradicciones en el testimonio de los testigos y la existencia de una riña tumultuaria previa, pero el tribunal presidido por el magistrado Juan Saavedra ha desestimado el recurso y mantiene la condena dictada por la Sección Primera de la Audiencia Provincial, según el auto judicial al que ha tenido acceso La Voz de Almería.
El suceso se remonta al 8 de enero de 2009, en un restaurante de comida oriental en el Paseo del Mediterráneo de Mojácar. Según la sentencia, la víctima se encontraba en el establecimiento con su novia cuando comenzó una fuerte discusión con el encargado del local y otro ciudadano hindú, presuntamente por cuestiones de competencia comercial. El cliente recibió una fuerte bofetada y abandonó aceleradamente el restaurante. Según los hechos probados por la Audiencia Provincial de Almería, el procesado lo persiguió hasta su coche y le clavó un pincho de cocina en el vientre. El arma tenía 85 centímetros de largo, era de acero y se usaba generalmente para asar carne.
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