El Mercado Central de Almería ha vivido un verano optimista. Los comerciantes, o placeros, están moderadamente satisfechos por los dos meses y medio que llevan en la remozada plaza del mercado central desde que el pasado catorce de junio volvieran al mercado “de toda la vida”. El solo cambio desde la plaza provisional en el barrio de Nueva Andalucía ya ha sido un alivio pues la mayoría consideran que aquellos años fueron una pesadilla y una ruina económica.
Ha sido el público el que ha animado el mercado y ha devuelto la sonrisa a los comerciantes. Primero los turistas y visitantes. Los primeros días fueron numerosos los almerienses que se acercaron al lugar para ver la reluciente reforma. Luego, a lo largo del verano, han sido los turistas, nacionales y extranjeros. Los primeros compran, los segundos fotografían. El viernes mismo, una familia inglesa alojada durante sus vacaciones en Felix paseaba alrededor de los puestos. Frank Slanew, su esposa e hijos visitaban los puestos por vez primera. “La veo muy limpia y con gran variedad”, afirma este británico, que admitía que compraría algo de fruta antes de volver a su lugar de hospedaje.
Un balance óptimo
Pero son los turistas nacionales los que han abundado este verano. Así lo asegura José Rumí, que en pleno centro de la plaza vende salazones, embutidos y otros alimentos. “He notado mucha gente de Valencia, también catalanes que han comprando embutidos, aceite y mojama. Ayer mismo, dos señoras se llevaron un paquete que me encargaron con embutidos, quesos...Este año ha venido gente nueva que no conocía”, afirma este placero, quien recuerda triste el mercado provisional: “Se me iba la vida allí. Ahora ya estoy quitando muchas deudas de los años que hemos pasado allí”. Luis Díaz, otro comerciante, también destaca la presencia de turistas. “Ha habido más visitas a nivel nacional. Se ve que le han dado bombo por internet, porque no hay señalización por la ciudad para llegar aqui” afirma. La vuelta al mercado central remozado también es celebrada por Díaz. “La primera quincena ha ido muy bien. Luego ha bajado, pero ha sido una venta muy decorosa”. Para este veterano frutero pasará un tiempo hasta recuperar el esplendor de antes de la reforma. “Creo que en un mínimo de dos años el Mercado no volverá a ser lo que era, esperemos que sea menos”. Esta impresión y análisis es compartida por otro frutero, Paco Andújar: “Faltan todavía clientes. De lo que teniamos antes de irnos estamos en el 70 por ciento. Han sido muchos años y hay gente que se ha ido a otros sitios y ahora les cuesta volver. Yo mismo he visto clientes míos antiguos en el Alcampo”, afirma.
Otra comerciante de frutas y verduras es Mari Ángeles Artero, que en el puesto 31, ve pasar los turistas. “He visto muchísimos. Se les ve con las cámaras, no compran y dicen que el mercado es precioso”, afirma. Esta frutera también está muy contenta del verano, aunque empezara más tarde que sus compañeros. “Es suficiente ver que la gente antigua te compre”. Y así ha sido, los vendedores del mercado central han cumplido un verano lleno de reencuentros y novedades. No todas agradables, pues aún siguen coleando algunos problemas. Por su parte, el concejal responsable, Carlos Sánchez, ha anunciado que la semana próxima fijará la reunión con el representante de El Arbol para poner fecha a la apertura en la entreplanta de un supermercado, que él sitúa alrededor de tres meses. Para Sánchez, el verano ha sido “optimo” segú
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