Era abril de 2012. Todas las partes implicadas en el proyecto de rehabilitación del Palacio del Almanzora mostraban su satisfacción por la hoja de ruta elaborada. En el documento se marcaba el mes de septiembre como plazo máximo para la compra por parte del Ayuntamiento de Cantoria de las dos partes del monumento que quedan en manos de particulares. Todas las partes (Junta y Consistorio) presentes realizaron declaraciones llenas de optimismo al término de ese encuentro, menos una.
La Asociación de Amigos del Palacio del Almanzora recordó que el alcalde de Cantoria, Pedro Llamas, ya prometió hace casi dos años su compra para septiembre de 2011 sin resultado y el presidente del colectivo calificó la reunión como una “cumbre de lo absurdo”, asegurando que no estaba dispuesto “a que digan de nuevo que en septiembre el palacio será público, y otra vez y otra vez...”. No se equivocó. Es octubre de 2012 y el palacio sigue estando en manos privadas.
Incertidumbre
La compra del monumento sigue en el aire al igual que los fondos del 1% Cultural del Ministerio de Fomento a los que se aferraba la hoja de ruta; ahora en riesgo de desaparición por los recortes del Gobierno central. Si ya entonces la directiva de la asociación estudió la posibilidad de disolverse (algo que finalmente se descartó ante el compromiso del entonces delegado de Cultura, que mantuvo una reunión mensual con todas las partes), ahora esta opción ha cobrado aún más fuerza.
En un comunicado interno, el secretario de la asociación, Lázaro López, pregunta al resto de miembros qué camino es el más adecuado para abandonar la directiva, ya que “no se han cumplido” los propósitos deseados.
La falta de respuesta por parte de la Delegación de Cultura, a la que han dirigido dos correos electrónicos desde la llegada al cargo de la nueva delegada, Isabel Arévalo, tampoco ha ayudado a que crezca la esperanza de este colectivo. “Hace cuatro años el Ayuntamiento llegó a un entendimiento con los propietarios pero no se cristaliza en una compra con escritura pública. Quizás a nivel interno se haya avanzado, pero nosotros no lo sabemos”, aventuró López en recientes declaraciones a la Cadena SER, al tiempo que manifestaba que “este era el último septiembre” en el que se prometió la firma de escrituras.
En la defensa del trabajo que se realiza de puertas de la delegación para adentro se ha basado precisamente la aclaración realizada por la delegada de Cultura. Isabel Arévalo reconoce que la asociación “tiene razón” en cuanto a la ausencia de las reuniones, pero lo achaca a un error en el procedimiento para concertar las citas por parte del colectivo. “El año pasado se avanzó mucho y el Ayuntamiento está en contacto con la delegación. Esto lleva su tiempo pero como el Consistorio no ha completado la compra del palacio, estamos en el periodo que se necesita”, ha manifestado.
En cuanto a los encuentros periódicos, Arévalo ha declarado que tendrá que ser ella quien llame a la asociación, aunque cree que “la delegación no puede ir a solicitar reuniones. Son los interesados quienes deben venir”.
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