La reunión que el consejero de turismo mantuvo ayer con empresarios del sector turístico sirvió para que estos le manifestaran su preocupación por el deterioro de los servicios aéreos de que dispone Almería. Rafael Rodríguez decía más tarde que le habían trasladado que “se ha producido un fuerte retroceso que coloca esos servicios diez años atrás, tanto en número de vuelos como en los precios, que vuelven a estar entre los más elevados del territorio nacional”.
Rodríguez entiende que se puede actuar a dos niveles, uno de ellos la gestión que realiza AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), que depende del Ministerio de Fomento, una gestión de la que “nosotros no sabemos nada, ni la estrategia que se sigue para rentabilizar instalaciones que, como el caso de Almería, se han mejorado notablemente estos últimos años”. Se quejó, en ese sentido, de que ni el Ministerio ni AENA “ni consultan ni dialogan con el Gobierno andaluz sobre los planes respecto a los aeropuertos”.
En busca de nuevos vuelos
El segundo nivel sí está en manos tanto de la Junta como de la Diputación y consiste en la búsqueda de nuevos vuelos que puedan llegar hasta el aeropuerto de Almería con turistas a bordo. Y en esa línea el consejero anunció que se está trabajando para contar con el mayor número posible de vuelos internacionales. Esa búsqueda se centra en Rusia, Escandinavia y los países del Este de Europa, mercados todos ellos emergentes y con buenas perspectivas de futuro.
Gabriel Amat, presidente de la Diputación, asegura que en esa misma línea han llegado ya este año al aeropuerto de Almería vuelos desde esos destinos, y la aspiración es incrementarlos en el ejercicio de 2013. Y anunció que se trabajará en colaboración con la Junta “porque todos buscamos lo mismo, un impulso que beneficie al sector turístico de la provincia de Almería”.
Lo que también parecen tener claro ambos responsables es que esa promoción del aeropuerto (la segunda línea a la que hacía referencia el consejero) se hará vía promoción y cooperación con los empresarios porque lo que queda descartado es la vía de la subvención “porque al final se convierte en una especie de subasta pública de a ver quién da más que al final no interesa porque no se basa en las realidades y en la demanda de los mercados”.
Amat entiende que todo lo que sea captar vuelos para Almería “redundará en una mejora de los servicios aéreos y en una política de precios que nos beneficie, porque no podemos estar pagando los vuelos de Almería a razón de 800 euros ida y vuelta”.
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