El alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador entregó ayer a la Santísima Virgen del Mar la vara de mando que la convierte en Alcaldesa Honoraria y Perpetua de la capital. El acto se celebró en el Santuario de la Virgen del Mar, en el que se celebró una eucaristía oficiada por el Obispo de Almería, Adolfo González Montes. De este modo, el Ayuntamiento culmina un proceso administrativo de largo recorrido, que se apoya en la decisión unánime del Pleno, que también acordó conceder el Escudo de Oro de la Ciudad de Almería a su Patrona.
“Reunidos en torno a la Patrona podemos encontrarnos y reconocernos en el legítimo orgullo de ser almerienses. Un sentimiento que nos ofrece la oportunidad de sentirnos miembros de una misma familia, cualesquiera que sean nuestras ideas, preferencias, costumbres y aún legítimas y saludables diferencias”, dijo el alcalde durante su discurso.
Rodríguez afirmó que la Virgen del Mar es el “símbolo que reúne a todos los almerienses que desean contar con su bendición protectora” y por ello, le pidió que “ilumine de modo muy especial” a todos cuantos, “en este tiempo de dificultades”, están al frente de responsabilidades políticas, económicas o sociales, para que ese trabajo “sirva de generoso ejemplo en bien del interés general para atender los problemas de los almerienses”.
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