La vivienda ha perdido un 33% de su valor tras la llegada de la crisis

En lo que llevamos de crisis la vivienda ha sufrido una serie de descensos sucesivos en los precios de venta que alcanzan ya, en su conjunto, por encima del 33 por ciento, según los datos aportados por la empresa Sociedad de Tasación que indican que sólo en el último año el descenso se situaba en un 6,3 por ciento.
Un piso que al terminar el mes de diciembre de 2010 estaba valorado en 1.744 euros el metro cuadrado se pagaba un año más tarde a 1.625 euros y al finalizar este último ejercicio de 2012 ese precio estaba ya situado en 1.523 euros sin que, al menos por el momento, las perspectivas permitan pensar en que pudiera producirse una recuperación de los precios, ni siquiera que se pueda frenar la caída de los mismos.
Precios en las costas
Además de ese descenso acelerado, se da la circunstancia de que el descenso en los precios de venta es más acusado en zonas del litoral y en los núcleos urbanos de mayor tamaño. Sólo en este último año esos precios han bajado de forma notable en los tres municipios mayores de la provincia, Almería, Roquetas de Mar y El Ejido.
El mayor recorte se producía en el año 2012 en El Ejido, municipio donde las viviendas han bajado de precio un 11,7 por ciento sólo en ese ejercicio. En Roquetas de Mar la bajada se situaba al finalizar el año en un 10 por ciento, mientras que en la capital la bajada fue del 6,3 por ciento, con descensos menores en otros municipios en el los pueblos del interior donde se registran descensos más moderados.
Según Tasaciones Inmobiliarias en este nuevo descenso han tenido efecto factores como la tendencia creciente del IPC durante el segundo semestre del año, la previsible desaparición de los incentivos fiscales a la vivienda para este año 2013, y un nuevo incremento del IVA que ha enfriado aún más la intención de compra de los consumidores. Junto a ello, el imparable incremento del desempleo añade nuevos factores de incertidumbre. Las previsiones para el presente ejercicio no son mejores, aunque se espera una evolución de la economía hacia posiciones menos negativas que las actuales. A pesar de ello, no se espera un repunte en los precios de las viviendas.