San Antón vuelve al casco antiguo y a bendecir animales domésticos

San Antón vuelve al casco antiguo y a bendecir animales domésticos

José Luis Laynez
21:29 • 20 ene. 2013

Tras la tempestad viene la calma, afirma el refrán. Y ya sabemos que no hay nada más cierto que un refrán, compendio de siglos de observación.  Si el sábado fue un día de perros, climatológicamente hablando, ayer domingo resultó un día de perros... santoralmente hablando. Aunque la festividad litúrgica de San Antonio Abad, popularmente conocido como San Antón, fue el 17, ayer día 20 (festividad de San Sebastián, por cierto) fue el día elegido por la parroquia de San Juan para celebrar los tradicionales actos del patrón de los animales: procesión por el casco antiguo de la ciudad, recorriendo las calles situadas en la falda de la Alcazaba; bendición de animales domésticos en la plaza del Cristo de la Buena Muerte; y la popular subasta de ‘rabicos’, cestas con productos populares. Y se acabaron las fiestas pues, de nuevo recurrimos al refranero, hasta San Antón, Pascuas son.
Los actos litúrgicos comenzaron a las 11’30, con la celebración de la Eucaristía presidida por el párroco de San Juan, Tomás Cano. A su conclusión, una docena de fieles voluntariamente sacaron a San Antón en una procesión de gran belleza, por lo pintoresco de las estrechas e irregulares callejuelas por donde circula, siempre con la Alcazaba como vigía desde las alturas.
Bendición de animales
Sin duda, el momento más esperado por la chiquillería fue la bendición de animales. Las mascotas eran mayoritariamente perros; pero también vimos pájaros en sus jaulas, algún gato e incluso un par de totugas de agua, que recibieron su ‘ración’ de agua bendita por parte del párroco. San Antón los protegerá a todos.
La mañana acabó de forma festiva, con bailes regionales, folklore popular y la subasta de los populares ‘rabicos’. Originariamente los ‘rabicos’ eran rabos de animales, generalmente cerdos, que se subastaban entre los asistentes comenzando la puja por tres euros. Poco a poco fueron saliendo a subasta otros productos, mayoritariamente de panadería: roscones de distintos tipos, de Reyes e incluso alguna cesta de Navidad que aún queda por ahí. La subasta llegó a alcanzar cifras importantes, para obras de la parroquia. Y el domingo que viene, de excursión a Trevélez.







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