El barrio de El Puche es, como todos los que cuentan con más necesidades, uno de los más golpeados por la crisis económica principalmente porque ha supuesto una paralización o reprogramación de todos aquellos proyectos contemplados para poner en valor una zona que se ha deteriorado mucho y cuyo cambio depende en gran medida de las ayudas de las instituciones públicas.
En este escenario de crisis el barrio ve como se ha paralizado todo el proyecto de rehabilitación urbanística que entre Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Almería se había diseñado a través de los planes concertados. Un proyecto que tenía como punto de arranque la rehabilitación de los "pisillos", es decir, los bloques de viviendas en alquiler titularidad de EPSA y dos del ente municipal que se encuentran en la zona norte.
Para realizar esta rehabilitación en octubre del año 2010 un total de 32 familias dejaban dos de los bloques, precisamente los municipales porque eran los más deteriorados, y se marchaban a unas viviendas prefabricadas ubicadas cerca del Sector 20 que tenía que hacer las veces de casa transitoria. Pues bien, dos años y medio después todavía no han comenzado los trabajos en los edificios.
Explica la delegada de Fomento y Vivienda, Encarnación Caparrós, que desde la Consejería se está “trabajando en una situación de crisis muy grande para intentar por todos los medios para que los dos pisos que estaban más deteriorados se recuperen lo más pronto posible” y se compromete a “intentar” que dicha reforma se pueda acometer este año. Eso sí, aclara que “todavía se está trabajando en el programa de rehabilitación para ver cómo se va a provincializar la cuantía que se destine y así, optimizar los recursos”.
Sin novedad
A pesar de esta intención, desde la Consejería le aseguraron a este periódico que de momento “no hay novedad” con el tema, con lo que a expensas de que se termine de repartir esta cuantía del programa de rehabilitación, de momento no se contempla actuación alguna.
La importancia real del desarrollo de este plan es que no es más que la primera piedra de la reforma de todo el barrio, ya que, desde el proyecto realizado a largo plazo, una vez realizados los traslados de los vecinos de El Puche Centro a sus viviendas nuevas a la entrada del barrio, llegaba el momento de rehabilitar la zona norte que cuenta con un total de 29 bloques, y una vez terminado, llegaría el turno de la zona centro en la que hay que eliminar espacios de infravivienda para crear zonas lúdicas y de ocio, además de un gran bulevar que conecte y dé movilidad a este espacio.
De momento la crisis económica frena este trabajo y deja la parte correspondiente a la puesta en marcha del nuevo Puche en un segundo plano. Sobre lo que sí se seguirá trabajando es en la parte socioeducativa del barrio que consiste principalmente en la concienciación de niños y padres sobre el mantenimiento del mobiliario urbano, y sobre todo, de transmitir el amor por el barrio, de verlo como algo más que el lugar dónde se vive y aprovechando el sentimiento de arraigo con el que cuentan los vecinos.
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