La Mediterráneo implanta la cirugía laparoscopia por incisión única

 La Clínica Mediterraneo ha sido pionera  en Almería en la introducción y desarrollo de la cirugía laparoscópica a través de una incisión única o por puerto único SILS, por sus siglas en inglés, que ha implantado ésta técnica para la extirpación de la vesícula biliar el doctor Gabriel Lopez Ordoño.
Esta técnica viene a reducir las molestias del paciente tras la operación y acortar sensiblemente el post-operatorio.
El doctor López Ordoño, tiene una gran experiencia en cirugía convencional y laparoscópica avanzada del aparato digestivo  y cuenta con una amplia trayectoria con más de veinte años de intervenciones con éxito.
La intervención se realiza, en la zona abdominal,  por medio de un trocar especialmente diseñado para este tipo de operaciones de incisión única, que cuenta con 3-4 canales que permiten el paso de los diferentes instrumentos laparoscópicos necesarios a través del cual se introduce una cámara óptica y otros  instrumentos de cirugía necesarios. Tiene la ventaja para el paciente de que es aún menos invasiva, pero igual de segura que la cirugía laparoscópica convencional.
Esta es una técnica reciente, que empezó a desarrollarse a finales de 2008. Consiste en practicar una sola incisión frente a las 3-4 incisiones que normalmente son necesarias en laparoscopia convencional.
Se realiza una única incisión de unos dos centrímetros  en el ombligo del paciente como único orificio,  mediante el cual se introduce en el paciente una cámara microscópica y otros intrumentos necesarios para llevar a cabo la intervención. Es una cirugía menos agresiva y  que deja una única cicatriz, a nivel umbilical,  apenas perceptible.
Para ello la Clínica Mediterráneo está dotada con las últimas técnicas y tecnologías más avanzadas para este tipo de intervenciones quirúrgicas.
Como innovación, su implantación y desarrollo ha sido un reto para el doctor Gabriel Lopez Ordoño, porque trabajar desde un solo punto de abordaje, el ombligo, supone un reto técnico ya que se pierde la capacidad de triangulación en el campo quirúrgico y sus movimientos quirúrgicos se ven limitados. Esta técnica requiere una gran destreza y experiencia tanto para el cirujano como su coordinación con el resto de profesionales que trabajan en el quirófano.
Entre sus múltiples ventajas destacan las estéticas,  ya que la cicatriz resulta imperceptible,  con una única incisión oculta en el ombligo, mejor y más rápida recuperación del paciente, menor respuesta a una menor agresión quirúrgica que la que se lleva a cabo actualmente, menor riesgo de infección de herida quirúrgica, menor riesgo de lesión de la musculatura abdominal, disminución del dolor  y molestias post-operatorias y una rápida reinserción a la vida laboral, lo que implica mayor comodidad y sastisfación por parte de los pacientes.
Esta técnica se suele utilizar  en intervenciones quirúrgicas como la extirpación de la vesícula biliar, apendicitis, cáncer de colon, hernia de hiato y reducciones de estómago en la cirugía de la obesidad mórbida.