El Gobierno tendrá que devolver más de 2.000 millones de euros a Bruselas si no cumple con la construcción de las desaladoras y conexiones hídricas en Almería y el resto de España. Un serio quebradero para el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que dirige Miguel Arias Cañete, que tiene que cumplir con el añejo Plan Agua socialista, algo en lo que no creyó nunca frente a su defensa de los trasvases.
El Plan Agua de la entonces ministra Cristina Narbona buscaba desde 2004 hasta 2011 multiplicar por seis el agua desalada en la provincia y para ello recurrió a 2.000 millones de fondos del ejecutivo comunitario que llegaron a las arcas españolas pero no se invirtieron del todo.
En Almería está pendiente aún de ejecutar la desaladora del Campo de Dalías con un presupuesto de 47 millones de euros; la desaladora del Bajo Almanzora, dañada por la última riada; la desalobradora de Adra aún sin iniciar; la desalación y obras complementarias del Poniente almeriense; la Pantaneta de Abla y Abrucena; la conexión de la desaladora de Carboneras con la presa de Cuevas del Almanzora y el Valle del Almanzora; la conexión de la desaladora de Carboneras con el Campo de Tabernas, Balsa del Jabonero y Llanos de Almería.
El pasado año, el Gobierno negoció la formalización de un crédito de 450 millones de euros para terminar estas desaladoras y construcciones hídricas proyectadas en 2004 a través de la sociedad Acuamed, sin que hasta la fecha se haya podido concretar, excepto lo presupuestado para la desaladora del Campo de Dalías. En las últimas fechas, el PSOE ha denunciado los retrasos en poner en marcha esta infraestructura que puede paliar la sobreexplotación de los acuíferos del Poniente.
El problema de las desaladoras, sin embargo, se agrava cuando se compara el coste del metro cúbico (0,6 euros) con el de los trasvases que no alcanza la mitad de ese precio. Así han fracasado desaladoras privadas como la de Rambla Morales y podría hacerlo también la del Bajo Almanzora, junto a Villaricos.
Nuevo Plan En opinión del PP provincial, casi todas estas instalaciones eran innecesarias y apenas se pueden ejecutar por que no hay recursos suficiente y el precio del mantenimiento y precio final es muy elevado para ser asumido por los usuarios.
El ministro Cañete ha indicado que se necesita un nuevo pacto nacional por el agua para elaborar un nuevo Plan Hidrológico que quiere tener listo a principios de 2015.
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